El Celta de Vigo buscará en el difícil terreno del actual campeón europeo, el Milán, que no se juega nada y presentará a segundas filas, el milagro de su clasificación, que pasa tanto por la obligación de su triunfo como de que el Ajax de Amsterdam no gane en Brujas.

La sexta, y última jornada de la primera fase de la Liga de Campeones de Europa, en el Grupo H, ve un cuadro tan claro como complicado: el Milán, con 10 puntos; Ajax y Celta igualados con 6, pero con el bagaje particular favorable al cuadro holandés; y el Brujas a un punto de la segunda plaza.

Es decir, salvo el liderato insustituible de un Milán ya clasificado desde la anterior jornada, todo es posible tanto a efectos de pase a los octavos de final como al mal menor de la tercera plaza que ubica en la Copa de la UEFA.

GANAR Y ESPERAR El Celta tan sólo depende de él mismo para el paso a la Copa de la UEFA, pero también que debe ganar y esperar un favor del Brujas para seguir en la máxima competición. Es decir, un milagro a dos bandas, que ya logró el año pasado en el mismo estadio el Depor.

El primer paso para el milagro es ganar al Milán, algo en buena teoría dificilísimo pero que, a tenor de la alineación que se prevé presente el equipo milanés, se presta más asequible que nunca. Y es que el campeón de Europa piensa tanto en su cercana cita de la Copa Intercontinental que ha enviado ya hacía Japón a siete de sus intocables titulares. Se podrá decir, del lado vigués, que es peor jugar ante reservas con ansia de ganarse el puesto que ante titulares que pueden esconderse para no lesionarse.

El Celta debe aprovechar esta oportunidad, pues además jugará en un estadio que se espera vea en sus gradas mucho más cemento que público.