El mito de la Odisea (narración épica del regreso de Ulises a Itaca tras la Guerra de Troya) es una historia recurrente para ilustrar de forma literaria el infortunio que tienen ciertas personas para alcanzar su objetivo. Sin embargo, en el caso de Francisco Javier Peral Javito , la analogía está más que justificada. Muy pocos hubieran podido adivinar que el hecho de coger un avión en Japón para volver a casa, allá por el mes de junio, implicaría tanto tiempo y tanto sufrimiento.

El futbolista moralejano del Barcelona aún intenta ser el que era antes de que una trombosis venosa le atacara su pierna derecha. El que gozaba de la confianza de Rijkaard, el que debutó en Champions League ante el Shakhtar o el que vistió la camiseta de la Sub´21, dos semanas antes de caer víctima del síndrome del turista .

De momento, Javito apela a la paciencia y no cae en el desánimo de ver cómo las etapas de recuperación se alargan más de lo esperado. Se prevía que estuviera tres meses de tratamiento farmacológico a base de anticoagulantes y alejado de los partidos para evitar hematomas. Sin embargo, no reapareció hasta un mes después, el 17 de octubre, en partido de Segunda B.

La odisea para el jugador de Moraleja no acabaría con esa reaparición. Con la llegada de un nuevo extremo, el alavesista Orlandi, el cuerpo técnico decidió que Javito fuera cogiendo la forma en el equipo de Tercera. Una noticia que hubiera causado mella en cualquier futbolista: "Pasé de estar viviendo una especie de sueño a jugar en Tercera, pero sabía que no era dar un paso atrás. Lo importante era coger ritmo para ser el de antes y así me lo hicieron saber mi familia y mis amigos". Un apoyo que fue fundamental cuando dejó de aparecer en la prensa: "Nunca me sentí como una estrella, así que ahora no voy a echar de menos eso. Lo importante es que los míos siempre han estado ahí".

La odisea todavía no ha acabado, pero ya comienza a atisbarse el horizonte. Después de varios meses alternando el segundo con el tercer equipo, parece que el extremeño se ha instalado definitivamente en Segunda B: "Hay que ir poco a poco, pero todavía puedo estar mucho mejor. El objetivo es ir cogiendo ritmo a la competición, no es lo mismo entrenar que jugar partidos".