Los dos técnicos hablaron de justicia en el marcador y ambos se mostraron seguros de que se conseguirán los objetivos. Evidentemente, el local estaba bastante más feliz.

Por un lado, Julio Cobos, entrenador del Villanovense, dijo que no quiere ni oír hablar de la cuarta plaza. Se ha cortado la racha negativa, se han sumado tres nuevos puntos, pero el objetivo sigue siendo el mismo: la permanencia. Para Cobos "todos los equipos pasan sus malos momentos, nos ha tocado a nosotros, pero en estos últimos partidos, pese a haber perdido, siempre ha dado una buena medida, ha sido intenso y competitivo y hemos perdido partidos por pequeños detalles y no hemos sido afortunados de cara al gol".

El técnico de Valdehornillos ya había señalado en ocasiones que su equipo también tendría que pasar por una mala racha, pero insiste en que la clave es el trabajo, la suerte y "entender que nosotros no somos el Cádiz, que jugando mal algún día puede ganar los partidos porque tienen mucha calidad, nosotros tenemos que jugar muy bien y a pesar de eso muchas veces no vamos a lgorar la victoria".

Sobre el duelo en sí, para Cobos fue el "típico partido de derbi regional donde los dos equipos han salido con mucha intensidad", y para él "en el cómputo general hemos sido superiores, hemos generado más ocasiones, han tirado poco y hemos tenido la fortuna de aprovechar el gol".

Pese a estar satisfecho con el juego y con el resultado, Cobos se fue con un sabor agridulce al considerar que "el partido estaba para haberlo matado a la contra en el segundo tiempo".

Reconoció que los minutos finales hubo nervios "pero más por la incertidumbre del resultado que por que porque el rival nos estuviera haciendo daño".

Con respecto a Angel Marcos, con el que ayer volvía a verse las caras, profesor y alumno, bromeó afirmando que "en las pizarras Marcos habrá ganado su partido, y yo el mío, en la pizarra, pero al final son los jugadores los que ganan los partidos".

No quiso terminar su comparecencia Julio Cobos sin señalar que la victoria estaba dedicada a Moraga y a su familia, por los momentos que están viviendo.

EL VISITANTE Mientras Angel Marcos compareció asumiendo la superioridad del Villanovense y lamentando haber vuelto a encajar un gol en los primeros minutos. "Era muy difícil combinar, en el juego aéreo teníamos las de perder y no sabías dónde meterle el diente" reconocía.

Sobre el gol tempranero, el técnico del Cacereño, asumía que ya son varios partidos que encajan un gol en los primeros minutos y eso supone estar "todo el partido intentado remar". Tanto que supone un quebradero de cabeza, ya que no encuentra la solución y además se repite fuera de casa. Dijo que el trabajo es "el mismo fuera que en casa, pero fuera no encontramos la solución a encajar un gol en los primeros minutos".

En cuanto a los forcejeos en el área pequeña en el gol de Jair, Marcos asumió que él vio "un gol legal, que ha hecho que el Villanovense se mereciera la victoria". Al gol inicial, había que añadir que el equipo hoy no se sintió cómodo, algo que el míster del Cacereño también sintió así desde el banquillo, "en ningún momento del partido nos hemos adaptado, en el juego aéreo el Villanovense nos ha generado mucho peligro, el fútbol se juega como se puede, unas veces bien, otras mal, y hoy nosotros no nos hemos adaptado al partido" apuntaba Marcos.

Tras la derrota en el derbi, el Cacereño piensa ya en el próximo partido frente al líder, el Cádiz, y así lo señalaba Marcos: "no es más que un partido más de liga, a todos nos gusta sumar para conseguir la salvación y si hoy nos hemos dejado los puntos aquí, pues lo intentaremos la próxima jornada". Para el próximo partido, será baja Palero, por tarjetas, pero esto no preocupa a Marcos que apunta que "entrará otro, tenemos gente de sobra".

Mientras, el ambiente entre aficiones fue muy bueno. La cordialidad entre los dos clubs volvió a ser una constante. No estuvo la nueva jefa del Cacereño, Ana María Macías.