Cuando no se meten muchas canastas, lo mínimo que se pide en baloncesto es defender. Eso es lo que hizo anoche el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que con su victoria ante el Leyma Coruña vuelve a darse un respiro en la clasificación (80-61).

Justo cuando esta plantilla estaba conceptuada como rica en jugadores de alto nivel ofensivo, va a resultar que se va a especializar en proteger su aro. Al menos tras ver partidos como el de ayer, cuando hizo la vida imposible a un oponente con buenos mimbres dirigido por un Gustavo Aranzana. El extécnico local, recibido con aplausos, debió irse muy enfadado hacia el norte. El espectáculo lo lideró Guille Corrales, que cuando entra en combustión en la primera línea es casi insuperable: ¡ocho robos!.

Ahora la visita al Oviedo la próxima semana se puede afrontar con otra disposición. Encontrado el camino en una canasta, falta hacerlo también en la otra, donde se sigue pecando a veces de un exceso de espesura.

Al final el marcador se animó un poco, pero la primera parte fue de las peores en ataque que se recuerdan en el Multiusos. Los dos equipos --más el gallego-- no se cansaron de fallar todo tipo de tiros: fáciles, complicados, de cerca, de lejos...

Cierto es que muchos se salieron de dentro en lo que pareció algo así como un maleficio. Lo curioso es que al Cáceres no le penalizó, dependiendo tanto del lanzamiento como le está sucediendo desde que se inició esta campaña.

El comienzo sí había sido esperanzador, con siete puntos consecutivos de Rolandas Jakstas, pero poco después cometió su segunda falta y tuvo que sentarse, igual que le había sucedido poco antes su par, Dimitri Flis. Se lo tiene que mirar el lituano, al que esto ya le ha ocurrido demasiadas veces.

Hasta el sexto triple no le entró el primero al Cáceres, pero peor le iba al Leyma Coruña, cuyo desacierto no tocaba fondo. El 16-12 del final del primer cuarto era en sí bastante expresivo, pero a continuación vino una fase todavía peor. Cada canasta era casi un acontecimiento.

En medio del irritante goteo, eran los locales los que salieron beneficiados a poco que tuvieron un par de minutos inspirados. Sucedió con la vuelta de Jakstas, los geniales tapones de Ola Keshinro y los fogonazos de Warren Ward. Elogiable dejar a un rival en 24 puntos al descanso, pero desde el otro bando también pusieron de su parte.

Con 34-24 se inició un segundo tiempo para el que la única predicción segura es que solo podía ser mejor que lo que había habido anteriormente.

DESPEGUE DEFINITIVO / Con 38-24 (min. 22), Jakstas cometió la tercera y tuvo que volver a sentarse, pero sus compañeros tuvieron una buena respuesta y mantuvieron las distancias, incluyendo algunas acciones energéticas de Guille Corrales y Niko Rakocevic (56-39, min. 30). El montenegrino pasa por un momento bajo, pero poco a poco va recuperando su toque. Y nunca lo deja de intentar.

Vista su negrísima noche, el Leyma Coruña lo tenía prácticamente imposible para remontar y a lo que se limitó fue a adecentar sus guarismos, que pareció durante largo rato que no iban a llegar a 50 puntos. Con el público entregado a Corrales e incluso dedicando algún «olé», el éxtasis llegó cuando a los juniors Santi Parras --dos triples-- y Edu Recio --dos tiros libres-- hasta les dio tiempo a lucirse.

cáceres80

leyma coruña61

3Marcador por cuartos: 16-12, 34-24 (descanso), 56-39 y 80-61 (final).

3Árbitros: Jaime Gómez y Alberto Lázaro. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 1.100.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Guille Corrales (7), Niko Rakocevic (14), Luis Parejo (11), Rolandas Jakstas (15), Robertas Grabauskas (2) --cinco inicial-- Edu Recio (2), Sergio Pérez (4), Santi Parras (6), Vieux Kasse (0), Ole Keshinro (6), Warren Ward (12), Dani Martínez (1).

3Leyma Coruña: Jorge Sanz (8), Ángel Hernández (1), Edu Hdez.-Sonseca (9), Dimitri Flis (0), Trevor Cooney (13) --cinco inicial-- Zach Monaghan (15), Ferreiro (0), Torres (2), Chuku (8), Sergio Olmos (5).