El Diocesano cerró un partido muy digno en su derrota en la tarde de ayer ante el todopoderoso Real Madrid en Valdebebas. Los cacereños perdieron por 3-2 en el que ha sido el partido más igualado que ha disputado el líder blanco en toda la temporada. Los de José María Gutiérrez Guti habían solventado todos sus encuentros en casa con goleada durante esta campaña. Por otra parte, La Cruz Villanovense se enfrenta en la matinal de hoy, a las 12.00 horas en Anexo del Romero Cuerda, al Unión Adarve, un rival complicado y que aspira a dar el salto al tercer puesto de la clasificación. Los extremeños, prácticamente descendidos, esperan ganar para seguir manteniendo vivo el sueño una semana más.

En el partido disputado en Valdebebas, no tuvo un buen comienzo el equipo de Adolfo Senso, que ya en el minuto 8 perdía por 2-0. El primero de los tantos llegaría en la primera jugada del partido, en un centro de Tomás Segura sobre la frontal, desde donde Óscar batió a Mario con un disparo que se fue a la escuadra. Poco después, en un intento de Mario de despejar un saque de esquina, el rechace del portero del Diocesano fue a parar a Óscar, que consiguió el segundo en el minuto 8.

RÁPIDA REACCIÓN / Lejos de amilanarse, el Diocesano reaccionó rápidamente. Al cuarto de hora, reclamó el equipo cacereño un claro penalti sobre Viñuela que el colegiado no castigó. Sí lo hizo diez minutos después, en una zancadilla por detrás dentro del área sobre Roberto. El lanzamiento desde los once metros lo ejecutaría Javi González, que acortaría las diferencias en el electrónico.

Continuaba dominando el equipo blanco el balón, pero la meta de Mario no sufría un acoso claro por parte de los blancos. Sin embargo, un error defensivo puntual permitió a Echu entrar por banda, centrar sobre Mimk y este, libre de marca, la puso en la red.

En la segunda parte, el Diocesano, con el aire en contra, dobló esfuerzos para mantener su portería protegida, esperando volver a recortar distancias en alguna otra salida al contragolpe. En una de estas, Viñuela se plantó en el área rival tras ganarle la partida a su marcador y con un disparo seco y raso puso en aprietos al meta Moha, que, sin embargo, logró evitar el gol.

El mismo Viñuela, que ya había avisado, no fallaría en su siguiente ocasión. El tanto llegaría tras un balón robado por Marco que el propio Viñuelas, con un fuerte lanzamiento, aprovecharía para marcar entre las piernas del portero madridista. El Real Madrid tuvo una ocasión para haber ampliado su ventaja después de una rápida salida que Franchu definió con un tiro al larguero. El partido no dio para más y el marcador ya no se movió.