"Habrá que sobreponerse", aseguró ayer con resignación Antonio Martínez Doblas, consejero delegado del Cacereño, después de que el Ayuntamiento de Cáceres ejecutara los avales de 246.000 euros que tanto él como su padre y presidente del club, Antonio Martínez Buzo, habían presentado para garantizar el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del Príncipe Felipe y poder acogerse así a las subvenciones del consistorio cacereño. "La deuda es del pasado, de la etapa de Félix Campo", aclaró Doblas, que afirmó que no peligra la continuidad del equipo la próxima temporada: "Voy a seguir por la afición, porque con el apoyo que nos han dado se merecen que su equipo siga luchando".

El dirigente verde, que indicó que hasta donde él sabe ese dinero del aval "está perdido", volvió a lamentarse de la falta de colaboración del ayuntamiento con el club y reiteró que la actitud del Cacereño ha sido siembre de "buena voluntad".

"La temporada ha acabado y seguimos sin convenio", explicó. "Nosotros estábamos cumpliendo nuestra parte y el ayuntamiento no y llegó un momento en el que tuvimos que optar entre seguir pagando el IBI o a los trabajadores, y optamos por esto, porque no hay que olvidar que del Cacereño viven unas 70 familias", matizó.

En cuanto al proyecto deportivo, "todo está parado". "Habrá que reajustar la plantilla para poder sobrevivir, pero antes de empezar la planificación tenemos que saber con qué contamos", explicó Doblas.