Celta: Pinto; Angel López, Sergio, Lequi (Juan Sánchez min.85), José Enrique; Oubiña, Núñez (Gustavo López min.72), Silva, Jorge (Perera min.62), Canobbio; Javi Guerrero.

Real Madrid: Casillas; Cicinho (Diogo min.80), Helguera, Sergio Ramos, Roberto Carlos; Gravesen (Woodgate min.46), Guti; Beckham, Zidane, Robinho; Baptista (Cassano min.70).

Arbitro: Teixeira Vitenes. Amonestó a los locales Lequi, Angel López y Sergio y a Robinho, Zidane y Roberto Carlos por parte del conjunto visitante.

Goles: 0-1 min.17 Robinho. 1-1 min.39 Lequi. 1-2 min.57 Cicinho.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Balaídos ante unos 30.000 espectadores.

El Real Madrid, gracias a los goles de los brasileños Robinho y Cicinho (1-2) se hizo con los tres puntos en un encuentro en el que Iker Casillas amargó la noche de los vigueses, que perdonaron contra un rival que machacó con su efectividad.

A los cinco minutos los vigueses ya podían haberse adelantado hasta en dos oportunidades en el marcador. Los locales aturullaron a los de López Caro en los primeros quince minutos. Con toques rápidos en el centro del campo, los visitantes anduvieron medio KO por el campo, pero con la certeza de que antes o después el Celta debería bajar el ritmo.

Y así sucedió. Fue parar un poco y el Real Madrid impuso su pegada. Fue Robinho el que desequilibró el partido con un gol de delantero pillo dentro del área.

MAZAZO A LOS VIGUESES El gol le hizo daño al Celta, que se había visto superior durante los primeros instantes del partido. Sin embargo no se vinieron abajo y a pocos minutos de concluir la primera mitad tuvieron su premio. Fue el exatlético Lequi, quien llegando desde atrás remató a placer un buen servicio de Angel.

Con el partido igualado, tras la reanudación el partido se aletargó, con los dos equipos con las revoluciones más bajas que en la primera mitad.

El 1-2, minuto 57, llegó en un rápido contragolpe que nació en un fallo de los célticos en ataque. Baptista lo inició y Robinho hizo el resto. Se recorrió medio campo con toda la defensa corriendo detrás de él y su remate, rechazado por Pinto, lo remachó Cicinho, un lateral derecho que más bien parece un extremo, en la misma boca de gol.

No tardaron en reaccionar los vigueses, quienes tuvieron una clarísima oportunidad diez minutos después con un tremendo disparo de Silva que pegó en el poste, dio posteriormente en Casillas y después quedó la duda de si el balón había rebasado la línea de gol. Gol fantasma como en el partido del Bernabéu pero en la otra portería.