Celia Hidalgo Ledo es una judoca montijana (26 de junio de 1997) y deportista extremeña de Alto Rendimiento que hoy entrena fuera de nuestra comunidad con el objetivo de los Juego Olímpicos de Tokio en el horizonte. Ha logrado varias medallas en competiciones a nivel nacional e internacional en 2017, destacando el oro en la Copa Panamericana de 2016.

-¿Cómo califica 2017 tras los tres podios europeos y el séptimo puesto en el mundial?

-Se podría calificar como un año de mucho trabajo y esfuerzo que ha tenido ciertas recompensas positivas, tanto en lo deportivo como en lo personal, pero que podría haber salido mejor. Creo que no hay que conformarse con lo conseguido e ir siempre a por más. Pese a esto, ha sido un buen año.

-¿Se siente presión o responsabilidad o es posible disfrutar de la experiencia?

-En mi caso intento disfrutar al máximo de la experiencia. Poder salir a competiciones tanto internacionales como en nacionales te permite conocer nuevos sitios y a más personas y creo que eso es algo muy bonito. Además el hecho de conseguir una medalla siempre te hace disfrutar más. Pero lógicamente tengo una responsabilidad hacia mí misma ya que siempre me exijo más.

-¿Cómo son los entrenamientos de una judoca de máximo nivel? ¿Es más duro el entrenamiento físico y mental o el llamado entrenamiento ‘invisible’ vinculado al descanso, la alimentación, los excesos…?

-Son duros, sobre todo cuando tienes todo el cuerpo dolorido del entrenamiento anterior, pero aun así te vistes y entrenas lo más fuerte posible. Para mí todo está unido, ya que si estás mal mentalmente conlleva que físicamente entrenes peor y por tanto te agobias más con cualquier cosa…ya sea comida, descanso etcétera. Así que siempre intento mantener un equilibrio entre ambos, y eso es lo más complicado.

-Además usted ha compartido parte de su trayectoria con su hermana Elena, ¿cómo lleva ahora no tenerla cerca?

-La verdad es que yo, al igual que mi hermana, lo estamos llevando bastante mal. Entre las dos siempre nos hemos apoyado y ayudado en todos los aspectos; si una estaba mal, la otra estaba ahí para animarle y ayudarle. En judo después de toda la vida entrenando juntas nos conocíamos perfectamente y lo hacíamos muy bien. Nos echamos de menos.

-Ella sigue entrenando en el Centro Nacional de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres, por el que usted también ha pasado, ¿qué valoración hace de las instalaciones y qué le parece que la Junta las ponga a disposición de los deportistas extremeños?

-Me parecen muy interesantes, con estas instalaciones y ayudas se puede mejorar y avanzar mucho más rápido y de una forma más cómoda. Me parece genial que dispongamos los deportistas extremeños de estas instalaciones ya que esto beneficia no solo a la propia persona sino también a Extremadura a nivel deportivo.

-Así mismo, a través de la Fundación Jóvenes y Deporte la Junta de Extremadura ofrece diferente servicios a estos deportistas que como usted son DAR o DAN. ¿Qué le parece que se les ofrezca asesoramiento jurídico, psicológico o en cualquier materia relacionada con su carrera deportiva o desarrollo personal y profesional?

-Es algo esencial para un deportista, ya que para poder estar a un nivel se necesita tener un rendimiento adecuado y alguien que te ayude a no desviarte.

-¿Se sacrifican muchas cosas por poder llegar alto en el deporte?

-Lógicamente sí, ya que únicamente el hecho de tener que entrenar todos los días te quita mucho tiempo de estudio o de ocio, y tener que salir cada fin de semana por ahí más de lo mismo. Además de sacrificios de alimentación, que es algo que a mí me cuesta bastante.

-¿Con qué apoyos ha contado para llegar hasta donde está hoy?

-Afortunadamente siempre he tenido muchísimo apoyo. Para empezar de mis padres, en concreto mi padre es practicante de judo desde que tenía 4 años y siempre ha estado ahí, incluso cuando me he ido a entrenar fuera; mi madre, a la que le gusta hacer randoris con nosotras y va a cualquier sitio de España que haga falta para animarnos; también a Fernando, nuestro entrenador del último año cadete, con el que conseguimos una final en el Campeonato de España que nos disputamos entre las dos. Javier Rodríguez y Legna Verdecia, mis entrenadores del Centro, a quienes conozco de hace ya casi 5 años y con los que he estado 3 años.

Si no hubiera sido por ellos, estoy segura de que no hubiera llegado tan lejos; les tengo un gran cariño, al igual que a mi equipo que sin ellos obviamente no podría haber conseguido nada, y toda mi familia que siempre me han entendido, con mis bajones, dietas… y por ultimo mi hermana, que ella siempre ha estado ahí a mi lado y sé que va a seguir siendo así aunque estemos separadas ahora.

En lo institucional por su puesto he contado también con la ayuda de la Junta de Extremadura, de la Federación Extremeña de Judo y del Ayuntamiento de Montijo.

-¿Qué referentes tenía en sus inicios?

-Como referente cuando era pequeña tenia a mi padre y actualmente a mi entrenadora Legna Verdecia, campeona olímpica. Me gustaría tener su carácter y esa competitividad que ella siempre ha tenido.

Usted fue protagonista en Teledeporte junto a su hermana de un reportaje producido por la Fundación JyD con su proyecto ‘Mujer y Deporte’, con el que dar visibilidad a nuestras deportistas y seguir trabajando por el crecimiento del deporte femenino. ¿Qué le parecen estas iniciativas?

-Me parecen genial, ya que hoy en día el deporte es más igualitario entre mujeres y hombres, pero aún quedan más cosas por cambiar, y con estas iniciativas estoy segura de que se llegará más fácilmente al objetivo de la igualdad efectiva.

-¿Qué objetivos se marca en este 2018? ¿Sueña con los Juegos Olímpicos de Tokyo?

-Principalmente la clasificación del Campeonato de España Senior y a partir de ahí llegar a competiciones internacionales importantes. Con los Juegos claro que sueño, como cualquier deportista de alto nivel.