Es la estrella indiscutible de la selección española de baloncesto y el hombre en quien confía todo el mundo para lograr el primer objetivo (una plaza para los JJOO de Atenas) y el segundo, y no menos importante, una medalla en un Europeo por tercera vez consecutiva. Pau Gasol, jugador de Memphis Grizzlies, se siente fuerte y confiado, como siempre, ante el reto.

¿Cómo ha ido la preparación?

--Muy bien. Este año he tenido a Pepe Casal, mi preparador físico, todo el verano, lo que me ha permitido llegar a la concentración mucho mejor que el año pasado. Entonces, estuvieron unos preparadores de Memphis en junio y sólo 10 días. Ahora he hecho un trabajo más constante, y no tengo además ningún problema de lesiones.

¿En qué se ha notado el cambio de seleccionador?

--Yo siempre digo que los jugadores son lo más importante de un equipo, aunque el entrenador puede, lógicamente, ayudar. Además Moncho López y Javier Imbroda tienen filosofías similares, aunque quizás Moncho nos da un poco más de libertad. Así podemos hacer un juego más libre y aprovechamos el talento de todos.

¿Usted se beneficia más que sus compañeros de esa libertad?

--No es que yo actúe con más libertad, sino que quizá tenga más facilidad, calidad y polivalencia para hacer más cosas en la pista, para tomar más decisiones. Pero no hay nada especificado. Jugamos con libertad y buscando todas las opciones posibles.

¿Es un juego muy diferente al de la NBA? ¿En qué aspectos?

--Sí, es un poco diferente. En EEUU el juego es mucho más individual y no cuenta tanto el equipo, porque están muy marcados los papeles de cada jugador. Cada uno ha de hacer lo que le toca, su trabajo y nada más. Yo, en los Grizzlies, tengo un rol de anotar mucho y tocar muchos balones, haciendo muchos tiros. Aquí, en la selección, sobre todo en los partidos de preparación, el papel es diferente, porque hay que ajustar los movimientos. Luego en la competición ya estará todo más determinado.

¿Y dónde se divierte más?

--Yo me lo paso bien jugando a baloncesto en cualquier sitio. Aunque es cierto que aquí el ambiente de equipo es mucho mejor. Todos estamos más unidos y hay mucha más química que en la NBA, donde cada uno va un poco a lo suyo.

Para usted debe ser como el reencuentro con un grupo de viejos amigos, los del equipo de los júniors de oro ...

--Somos prácticamente los mismos cada verano, y cada vez estamos más del grupo de la generación del 80. Está claro que el título mundial en la categoría júnior no era ningún milagro, sino que estaba asentado en la calidad del grupo de jugadores. Realmente teníamos talento y queriamos llegar arriba, y así lo estamos haciendo.

¿Cuál es la gran virtud de este equipo?

--Creo que el talento es el gran arma de este equipo. Tambien creo que es muy importante la química y el buen ambiente que tenemos para hacer frente a competiciones tan intensas como un Europeo.

¿Y el principal hándicap?

--No sé, no sé...

Quizá no hay mucha altura al margen de sus 2,15...

--Es cierto. No somos un equipo excesivamente grande cerca del aro. Pero nuestros pívots son muy peligrosos. Felipe (Reyes) es un pívot bajo, pero hace un trabajo excelente y es muy dificil jugar contra él. Jorge (Garbajosa) es muy peligroso, sabe jugar muy bien por fuera y no es fácil defenderle. Puede que equipos con pívots más grandes y más fuertes nos puedan hacer daño en algun aspecto, pero nosotros también podemos hacerlo porque no estarán acostumbrados a defender a jugadores así.

Parece que no acaba de haber nadie que coja el papel de base titular.

--Supongo que Juan Carlos (Navarro) también jugará en esa posición. Talento y cualidades hay en este equipo para que algunos jugadores puedan ocupar varias posiciones. Quizás no tenemos a Raúl López, un base que puede destacar un poco más, pero tanto Calderón como Marco son capaces de hacer jugar al equipo. Y de eso se trata. No hace falta que todo el mundo sea una superestrella en este equipo. Solo esperamos que todos hagamos las cosas que sabemos hacer bien, y que el equipo funcione.

¿Es momento de aspirar a quedar campeones de Europa?

--Sí, podemos serlo, porque este equipo no tiene miedo a nada y tiene suficientes jugadores y calidad para ganar a cualquiera. Pero un campeonato de Europa no es nada fácil, no es llegar y ponerse la medalla. Se ha de saber luchar mucho para ganar partidos importantes. De eso se trata, de ser capaces de resolver esos partidos en los que ganas o te quedas fuera. Ahí se demostrará realmente si este equipo merece estar arriba.

En esa situación hay bastantes equipos...

--Es cierto. Hay una diferencia mínima entre el primero y el octavo. Si fallas un día puedes quedarte fuera. Y eso ocurre en campeonatos como éste, en el que el cruce de cuartos lo determina todo.

Todos los rivales vienen con sus estrellas...

--Un campeonato de Europa tiene tanto nivel o más que un Mundial. Todo el mundo quiere participar en unos Juegos Olímpicos, y eso explica también que todos queramos competir con nuestra selección en un Europeo de tanto nivel.

¿Qué espera de su tercer año en la NBA?

--Una mejora a nivel de equipo, más que nada. Espero que con mi aportación y la de los compañeros podamos seguir subiendo. No sirve de nada hacer promedios de 20 puntos y 10 rebotes si el equipo sólo gana 25 partidos. Se trataría de estar cerca del play-off.