Emilio Sánchez dio ayer la lista de los componentes del equipo español que jugará la final de la Copa Davis contra Argentina casi como si leyera la relación de unos condenados al patíbulo. "Vamos por faena, los jugadores convocados son David Ferrer, Fernando Verdasco, Feliciano López, Marcel Granollers y, como esparrin, Santi Ventura", soltó con una sonrisa forzada, sentado junto a Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española, que acababa de aconsejar rotundamente a los argentinos que no festejasen el título por adelantado. "España tiene dos equipos para afrontar esta final. Si somos solidarios y las cosas nos van bien el primer día podemos ganar", indicó.

España ciertamente podría presentar dos equipos distintos contra Argentina, como se ufanaba ayer Muñoz. "En la clasificación mundial hay seis jugadores españoles entre los 25 primeros del mundo", dijo Emilio Sánchez, pero lo cierto es que la baja de Rafael Nadal por una tendinitis en la rodilla derecha trastocó los planes del capitán, que tuvo que improvisar una solución de urgencia al no tener preparado un plan B.

CONTACTOS INFRUCTUOSOS Después de varios contactos telefónicos infructuosos durante el día de ayer con posibles candidatos para suplir la baja de Nadal, Emilio Sánchez optó por dar la alternativa a Marcel Granollers que, inicialmente, ya estaba convocado para viajar a Mar del Plata como esparrin del equipo. Nicolás Almagro (número 19 del mundo) y Tommy Robredo (número 21) excusaron su presencia porque uno está lesionado y el otro de vacaciones desde hace tres semanas.

A Almagro le acaban de quitar los puntos de una operación de muñeca, mientras que Robredo está en plenas vacaciones al igual que Juan Carlos Ferrero (número 55) al que también Emilio Sánchez llamó a última hora. Los tres ya habían hecho sus planes sin contar con la Copa Davis y no se sienten en condiciones de afrontar una final en las mejores condiciones.

EQUIPO DESCABEZADO El capitán español admitió haber cometido un error al no prever una posible ausencia de Nadal, como ha sucedido, o cualquier otro contratiempo."No tenía previsto ningún plan B, lo reconozco. ¿Cómo le dices a un jugador de estos que tienen que estar preparados por si acaso? La culpa es del calendario y las exigencias del circuito. No me veo capaz de hacerles cambiar sus planes para esperar si están mal sus compañeros; de eso soy culpable", argumentaba el técnico para explicar una situación inexplicable. España no solo se queda descabezada sin su número uno y líder para la final, la sexta que jugará en 100 años de historia, sino que Emilio Sánchez tiene que completar el equipo con el esparrin.

Nadie entiende que el capitán no tuviera prevista una posible situación de emergencia, y menos desde que Nadal se dio de baja de la Copa Masters de Shanghái. No es la primera vez que el tenista debe renunciar a jugar la Copa Davis desde que Emilio Sánchez es capitán.

En seis ocasiones anteriores el tenista manacorense ha renunciado al equipo desde el 2005 (ver gráfico). Emilio Sánchez evitó ayer hablar de esa situación. "Ahora todos tenemos un poco de bajón, pero nos toca ilusionar a la gente. Creemos en nosotros y a eso vamos a Argentina. Los que van a jugar tienen su oportunidad de hacer algo grande. Es un tren al que pueden subirse pocas veces", comentó el capitán, que se negó a hablar más de la ausencia de Nadal.

"Contábamos con Nadal, pero al final de la temporada ha pagado los 11 meses de esfuerzo. Es una pena que no esté con nosotros. Pero nos gustaría correr el telón y no hablar más de Nadal", sentenció el capitán.