El alemán Erik Zabel, del equipo Telekom, se reencontró con el podio en la Vuelta y cumplió el milagro de ganar al esprint al casi invencible italiano Alessandro Petacchi en la recta final de la décima etapa disputada entre Andorra y Sabadell, de 194 kilómetros y en la que no hubo cambios, con Isidro Nozal de maillot oro.

Zabel, con 33 años y casi 200 victorias en su palmarés, vino a la Vuelta "a ganar a Petacchi y preparar el Mundial". Cuando menos se esperaba reapareció para demostrar que aún no está acabado, aunque haya perdido la explosividad de antaño, y logró su sueño de ganar al mejor velocista del mundo, Petacchi, el sucesor de Cipollini.

"Ha sido un milagro, pero vine para esto, y ahora que lo he conseguido me siento muy feliz. Es una de las cosas que me animan para seguir dos años más en el equipo", dijo feliz el campeón de Alemania.

Zabel culminó una etapa que se disputó a ritmo de locura, sin descanso en ningún momento y ataques constantes una vez que se neutralizó la escapada del día. Pese a la batalla del último tramo la general no sufrió alteración alguna y Nozal siguió vestido con el maillot oro y con la esperanza de confirmar a partir de la jornada de descanso de hoy que es un valor seguro como líder del ONCE.