ESPAÑA: Raúl López(2), Marc Gasol(11), Rudy Fernández(16), Alex Mumbru(4), Felipe Reyes (15) --cinco inicial--. Pau Gasol (8), Ricky Rubio (8), Juan Carlos Navarro (14), José Manuel Calderón (4), Carlos Jiménez (2), Berni Rodríguez (2), Jorge Garbajosa (4).

LITUANIA: Javtokas (8), Kaukenas (4), Lukauskis (15), Jasikevicius (12), K. Lavrinovic (6) --cinco inicial--, Delininkaitis (2), Maciulis (3), D. Lavrinovic (0), Songaila (3), Jasaitis (5), Kleiza (0), Petravicius (8), Prekevicius (0).

Arbitros: Juan Carlos Arteaga, Miguel Angel Pérez y Jacobo Rial (España). Sin eliminados.

La selección española de baloncesto sumó una nueva victoria en su camino hacia los Juegos Olímpicos de Pekín, tras imponerse ayer por 91-66 a Lituania, en un encuentro en el que los de Aíto García Reneses volvieron a hacer gala de una extraordinaria intensidad tanto en defensa como en ataque que acabó desarbolar a su rival.

Y eso que los lituanos, a diferencia de lo ocurrido en los tres anteriores amistosos disputados por la selección ante Portugal, Rusia y Argentina, no se rindieron de partida ante el trepidante e intimidatorio ritmo con el que suele iniciar sus encuentros el conjunto español.

Velocidad a la que Lituania opuso un ritmo igualmente endiablado, así como una férrea defensa, en especial sobre los hombres interiores, incapaces de encontrar posiciones cómodas para el tiró, que obligaron a Rudy Fernández, autor de ocho puntos en el primer cuarto, a asumir casi en exclusiva el protagonismo en el equipo español.

CALDERON Y LA REACCION Una circunstancia que permitió a los bálticos situarse por delante en el marcador (12-15) antes de que España echase mano a su profundo y talentosa plantilla, para de la mano de Juan Carlos Navarro, que propició la reacción española con un triple, y sobre todo, de José Manuel Calderón, infranqueable en labores defensivas, acabar el primer cuarto nuevamente por delante (22-20) en el tanteador.

Renta que creció hasta los cinco puntos (27-22), gracias a la aparición al inicio del segundo cuarto de un hasta entonces desaparecido Pau Gasol, con cinco puntos, que parecieron propiciar el despegue del conjunto español. Nada más lejos de la realidad, pues Lituania de la mano de un acertado Lakauskis, gastó su último cartucho, con un inesperado parcial de 0-7, que permitió volver a los bálticos a tomar por última vez en el encuentro 30-31 la delantera.

Nuevamente las rotaciones y esa característica presión de la que hacen gala los equipos del nuevo seleccionador español, con el joven Ricky Rubio como jefe de operaciones, propiciaron la esperada reacción del conjunto español que con un parcial de 13-0 en 2:36 minutos dejo (43-31) dejó decantado ya el encuentro a su favor.

Una victoria que ni el carácter ganador de Jasikevicius hicieron peligrar, ante la imposibilidad de los bálticos de mantener el ritmo de juego de los de Aíto.