Han pasado quince años desde que Esther Montenegro pisó por primera vez Cáceres. Era una cría que, por mucho que ya midiese 1,88, todavía no había cumplido los 20 años. En uno de esos giros que da el destino, ayer fue presentada como nueva jugadora del Al-Qazeres, un club distinto al que firmó en 2002, el extinto Femenino Cáceres. Pero la ciudad es la misma en la que, destacó, solamente acumuló buenos recuerdos. «Siempre estuve cómoda», apuntó, confiada en que la calidad de aquella vivencia se mantendrá igual ahora.

«Vengo a dar lo mejor de mí», dijo varias veces ‘Monty’, como es conocida en el vestuario. El papel que se le tiene reservado no es, por descontado, secundario. Estará muchos minutos en pista intentando demostrar que es una de las pívots nacionales más fiables del mercado. Y, aunque en aquel entonces en el Femenino ya era importante, en los últimos tiempos ha añadido nuevos matices a su juego: «Tengo mucha más experiencia. Ahora tengo mejor tiro y sé hacer más cosas».

La guerra... sin sangre

Montenegro marcó como objetivo global «al menos repetir lo que sucedió aquí la pasada temporada», con la clasificación para la Copa de la Reina y una permanencia holgada, pero también dejó la puerta abierta a «incluso mejorarlo». En los entrenamientos ya se las está viendo con Silvia Romero, con la que las tuvo tiesas en un partido de la pasada temporada, cuando jugaba en el Bembibre. «Le gusta la guerra y a mí también, pero no hay sangre todavía», contó entre risas.

En el acto también estuvo otra pívot, Miriam Forasté, a la que el club quiso invitar para que hablase de su renovación. «Estoy muy contenta de seguir aquí porque me encontré muy a gusto la pasada temporada. Esperemos repetir y además jugadoras como ‘Monty’ nos van a aportar mucho. También me gusta mucho Shayla [Cooper], que es muy dura, física, con mucha diferencia de kilos respecto a las demás», explicó.

Forasté, con ese aire tímido que la caracteriza, se mostró dispuesta a conservar el mismo papel de jugadora que sale del banquillo, que ya sale con el partido empezado. «A mí me da igual. Rindo igual de titular que de suplente. Siempre intento dar el máximo», remarcó la catalana.