El exmasajista deportivo Jef D´Hont aseguró ayer que inyectó personalmente EPO a Jan Ullrich, el ganador del Tour de 1997, que "se dopaba entonces porque todos lo hacían".

El masajista, de 65 años, asegura en el dominical Bild am Sonntag que él mismo le inyectó la eritropoietina, hormona que aumenta la cantidad de glóbulos rojos y mejora el rendimiento muscular, en el brazo: "No dura ni diez segundos. Es como inyectar insulina a un diabético", explica D´Hont.

La entrevista a doble página con el masajista belga que trabajó para el equipo Telekom de 1992 a 1996 redobla la presión sobre el ciclista germano, que prefiere seguir callando.

D´Hont se ha convertido en uno de los autores más leídos de Bélgica gracias al libro en que acusa a los médicos del equipo Telekom de haber puesto en marcha en los noventa el dopaje sistemático de sus ciclistas con EPO y otras sustancias.

POLEMICA El libro que saldrá a la venta en Alemania dentro de un mes y del que el semanario Der Spiegel avanzó algunos extractos hace unas semanas, es uno de los desencadenantes de esta ola de confesiones que ha llevado a siete ciclistas y tres médicos a admitir el dopaje.

"No sé si quería doparse, pero lo hizo porque todos lo hacían", explica D´Hont acerca de Ullrich, al que insta a decir la verdad, "porque le haría bien, se sentiría mucho más libre".

Con todo, y pese a que el equipo Telekom controló completamente la ronda francesa en 1996 --cuando el danés Bjarne Riis rompió la serie de victorias de Miguel Indurain- y 1997 --cuando ganó Jan Ullrich-- D´Hont destaca los méritos del alemán: "¡Si todos hubieran jugado limpio Ullrich habría ganado diez veces el Tour!".

El dominical más leído de Europa ofrece además una entrevista con Erik Zabel, el primer ciclista en activo que admitió esta semana haber consumido EPO en 1996, aunque solo durante un breve periodo de tiempo y de manera experimental. El velocista germano explica cómo las revelaciones de su exmasajista le animaron a confesar.