Hace tres años, en Houston, Pau Gasol no pudo disfrutar de lo que significaba su primera aparición en un All-Star de la NBA. Una inoportuna gripe mantuvo en el aire su presencia hasta el último momento, y su carácter, además, le empujó a quedarse en un discreto segundo plano. Aquel partido lo cerró Pau sin anotar en 14 minutos, aunque, eso sí, con 12 rebotes, el récord particular de esta cita. En esta ocasión, Gasol quiere saborear hasta el más mínimo detalle del partido que se disputará esta madrugada en Phoenix (2.30 h, Cuatro), consciente de que está haciendo historia.

"El objetivo es disfrutar del partido", aseguraba ayer Gasol en Phoenix, feliz como está de encontrarse estos días rodeado de su familia, de su hermano Marc, de Rudy Fernández, y de otros amigos venidos de España, y de tener además a su lado a su compañero Kobe Bryant y a Phil Jackson, el técnico en los Lakers. "Phil Jackson ya me ha comentado un par de veces que no quiere que ni Kobe ni yo juguemos muchos minutos, que descansemos lo máximo posible, y que lo importante de verdad empieza el próximo martes", aclaró el mayor de los Gasol. "Los entrenadores tienen esta mentalidad y nosotros también, por supuesto. Pero también te gusta disfrutar de un partido de estos que no se juega cada año", puntualizó.

"Es cierto que venimos a disfrutar, pero también a ganar", ratificó Kobe Bryant, de quien se espera que protagonice un duelo espectacular esta noche con Lebron James, para desempatar la lucha por el título de MVP en esta cita, en la que ambos están igualados ahora mismo a dos.

UN GRUPO SELECTO Gasol sabe que con su segundo All-Star entra en una lista privilegiada de jugadores internacionales. Ya ha superado a nombres que son una leyenda como Divac, como Ginóbili y Kirilenko, con solo un All-Star en su palmarés. También a otros que ni siquiera lo alcanzaron como Sabonis o Petrovic. Y está en el selecto grupo de Nowitzki (7 apariciones), Yao Ming (6), Stojakovic (3) y Parker (3) y empatado con Ilgauskas.

"Que estemos tres españoles en el All-Star me llena de orgullo", se confesaba ayer Pau. "No hace mucho esto era algo impensable. Me siento muy afortunado de poder estar compartiendo esto tanto con Rudy como con mi hermano y a ver si esto sigue inspirando y motivando a más jóvenes", subrayó el pívot de Sant Boi, convencido de que el camino emprendido por estos jugadores en la NBA pueda ser una referencia para el futuro. "Recompensa que los chavales que vienen por detrás vean que no es imposible. Yo de pequeño pensaba que era imposible llegar a la NBA. Y ni en mis mejores sueños me veía en un All-Star. Es una suerte estar en esta situación, que los chavales tengan estos pósters nuestros, como yo tenía de algunos jugadores con los que comparto All-Star".