El fenómeno delrugby en Cáceres

De nuevo el Club Amigos de Rugby de Cáceres (CAR) ha cosechado un gran triunfo al clasificarse para la fase de ascenso a División de Honor, circunstancia por la que los aficionados a este bello deporte estamos de enhorabuena.

Atrás quedan las ilusiones y desvelos de largos años de un profesor del instituto El Brocense, Fernando Sánchez Pascua, que fundó este club en su centro, introduciendo este deporte en nuestra ciudad y que lleva el nombre de CACERES por toda la geografía española.

El nombre que tiene el club de Amigos no sólo lo posee por ser un punto de encuentro entre gente de los mismos gustos, sino que además hace referencia al esfuerzo común que se necesita para jugar al rugby, "hace amigos". Este deporte, a diferencia de otros más individualistas, es totalmente colectivo, para bien y para mal, puesto que necesita un mínimo de 30 personas (algo así como seis equipos de baloncesto o tres de fútbol) para jugar un solo partido. En él no caben figuras personales, sino apoyos, ayudas, sufrimientos y disfrute, es decir, satisfacción a largo plazo, que en esta época no está muy cotizada que digamos.

Tras 21 años de andanzas, miles de personas han pasado por este club, ya sea a nivel universitario, de base o ya a nivel nacional. Debemos pensar en la formación tanto deportiva como personal que conlleva este deporte y no dejarlo abandonado a las buenas intenciones para que continúe y florezca.

Este último sábado, por la mañana, casi 100 chavales estaban en las pistas de la diputación preparándose para ir a la selección extremeña y, luego, por la tarde, jugaba el equipo de división nacional. De muestra bien vale un botón.

Hay alternativas de ocio alejadas del botellón que se basan en la satisfacción y el esfuerzo, como puede ser la práctica del deporte, y si le añadimos el encuentro y la relación tan abundante y fructífera que proporciona el rugby encontramos en Cáceres algo más para tener en cuenta.JESUS BAÑOS. Cáceres

El Cáceres CB,toda una vida

Soy un seguidor del Cáceres CB desde que tengo uso de razón. Desde que mi equipo jugaba en el pabellón Municipal en Tercera División y yo, junto con otros chavales, de la mano de Jesús Luis Blanco, nos divertíamos en los infantiles y cadetes... aunque los que disfrutaban eran los del colegio San Antonio.

Recuerdo que mi madre me enviaba a misa de doce, pero yo prefería ir a jugar al baloncesto a la pista de asfalto de Rodríguez de Ledesma, hasta que me descubrió al llegar un día con uno de los zapatos de domingo con la suela totalmente abierta, un siete en el pantalón y otro en las rodillas. Con 13, 14 o 15 años jugábamos fuerte. Mientras tanto, mi equipo ascendía a Segunda, a Primera, con partidos de infarto contra equipos como el Dos Hermanas o parecidos. Y por fin el año del ascenso. Un campeonato intachable donde sólo el Andorra supo hacernos frente. ¡FARIÑAS SIEMPRE!

Cuando subimos a la ACB marché de Cáceres y el resto, durante ocho años, los seguí con pasión. Primero desde Barcelona; aunque cogía el metro para ir a Badalona a ver al Joventut. Por cierto, el primer equipo con el que jugó La Penya después de su Copa de Europa fue contra el nuestro. ¡Qué partidazo! y qué fieles seguidores en lo alto del Olímpico de Badalona.

No os podéis imaginar la alegría, emoción y envidia (por no estar presente) que sentía en la distancia cuando me enteraba de las remontadas de la Copa Korac; de las victorias ante Real Madrid, Barcelona o el mismo Joventut... El orgullo con que llevé la bufanda del Cáceres en Tenerife (allí durante cinco años y medio) durante la agridulce Copa del Rey, y con orgullo la llevé al trabajo al día siguiente, pese a perder la final. Podría seguir y seguir hasta llegar donde estamos.

¿Dónde estamos los 3.000 salvajes que no queremos que su Cáceres CB deje la élite? ¡Regresé hace dos años y medio y me debo los ocho que me perdí! ¡Y me debo ocho años de gozar y sufrir en mis carnes a nuestro equipo!

Tengo ahora 33 años y me da igual esta edad, mientras no acabe crucificado... el Cáceres CB.ENRIQUE GONZALEZ. Cáceres