Barcelona: Valdés; Oleguer, Puyol, Thuram (Márquez, m.82), Zambrotta, Edmilson, Deco (Iniesta, m.58), Xavi, Giuly, Saviola (Gudjonhsen, m.65) y Ronaldinho.

Gimn stic: Bizzarri, Calvo, César Navas, Matellán, Mingo; Morales, Generelo (Merino, m.58), Buades, Cuéllar, Juan Díaz (Campano, m.65) y Portillo (Pinilla, m.65).

Goles: 1-0, m.18: Saviola. 2-0, m.68: Giuly. 3-0, m.81: Iniesta.

Arbitro: Rubinos Pérez (madrileño). Mostró cartulina amarilla a Mingo (m.13), Deco (m.23) y a Portillo (m.58).

Incidencias: Asistieron al encuentro 74.343 espectadores en partido correspondiente a la decimoctava jornada de Primera División disputado en el Camp Nou. Unos 5.000 espectadores del Nástic se dieron cita en el estadio barcelonista.

Los números esconden las carencias del Bar§a, que obtuvo el honorífico título de campeón de invierno tras ganar al Nástic de Tarragona (3-0) en uno de los peores partidos de los azulgrana en mucho tiempo.

Especialmente penosa fue la actuación del conjunto de Frank Rijkaard en el primer tiempo. Sin ritmo, sin buen tono físico, sin profundidad en el juego y sin llegada. Javier Saviola, que está enrachado, marcó en el único remate entre los tres palos de los dos equipos en este periodo.

Después, arregló las cosas en los minutos finales, cuando Giuly marcó el segundo e Iniesta, que entró por Deco en la segunda mitad, estableció el definitivo 3-0.

La revolución de Rijkaard, con una defensa prácticamente inédita en la que sólo mantuvo a Puyol, el retorno de Deco y la alineación de Saviola por Gudjonhsen no se tradujo en un buen fútbol por parte de su equipo, que remató una vez entre palos en el primer tiempo y se encomendó al estado de gracia del argentino.

Por eso, la frase del técnico del Nástic, Paco Flores, en la víspera: "Rezar lo que se pueda y tener mucha suerte", no fue profética. Y es que Nástic aguantó el tipo y, aunque no llegó a la meta contraria, durante muchos minutos tuvo más posesión de balón, con lo que nadie hubiera adivinado, sin mirar la clasificación, que en el Camp Nou se medían el primero y el último del campeonato.

Todos los malos síntomas que se han visto en el Bar§a en los últimos partidos se volvieron a repetir ayer. El estado físico de sus jugadores deja mucho que desear y Ronaldinho apenas aparece.

FUTBOL PREVISIBLE Por todo ello, el juego del equipo es muy previsible. Su fútbol al tran-tran no sorprende y el Bar§a se amarra a la calidad de sus futbolistas para salir adelante. Hoy ocurrió lo mismo.

En la primera mitad, sólo un remate a puerta entre los dos equipos. Lo firmó Javier Saviola quien abrió el marcador en el minuto 18.

El pibito ha conseguido siete goles en los últimos cuatro partidos, lleva once en total y demuestra que la elección de Rijkaard ha sido la acertada.

Saviola logró un tanto en una jugada de cazagoles . Recogió un mal disparo de Oleguer, controló y batió a Bizarri en la única vez que su equipo se acercó a la meta del Nástic.

No mejoraron las cosas en uno ni en otro bando en el segundo tiempo. Las ideas brillaban por su ausencia. Rijkaard fue pitado por primera vez en mucho tiempo por cambiar a Saviola y Giuly e Iniesta cerraron el marcador, pero la sensación fue muy pobre.