La carta que remite la Federación Española de deportes de paralíticos cerebrales a los futbolistas explica que no puede afrontar el gasto debido a que en el ejercicio 2002 tuvo unas pérdidas de 95.000 euros y que en el Mundial había "muy pocas posibilidades de resultados", pese a que en Sydney-2000 se logró la sexta plaza y cuatro años antes, en Atlanta-96, la selección consiguió el bronce.