El día de Reyes trajo en el multiusos el agravamiento de una crisis que no parece tener fin. La totalidad de los jugadores del Cáceres Destino Turístico decidió no entrenar como medida de protesta al ver cómo un nuevo mes se acumulaba sin que cobrase sus emolumentos. A la mayor parte de la plantilla se le adeudan completas dos mensualidades (las de noviembre y diciembre), además de una parte de las de septiembre y octubre.

La situación es caótica. Por la tarde no apareció por el pabellón ningún responsable del club, a la espera de que se consume la dimisión que ya ha decidido la junta directiva, como adelantó ayer EL PERIóDICO EXTREMADURA. Esa falta de explicaciones ha terminado de enojar al puñado de profesionales --incluyendo los extranjeros Bryan Sallier, Damon Johnson y Jiri Okac-- con los que convive el técnico Ñete Bohigas, visiblemente apesadumbrado.

Todos elaboraron un comunicado en el que se explica que la decisión de no entrenar es una "medida de protesta ante la situación que estamos atravesando, tanto deportiva como económica desde el principio de temporada". Añade: "hemos dado muestras suficientes de profesionalidad, pero ha llegado el momento de comunicar el malestar de un grupo de profesionales que no puede desempeñar su trabajo con las circunstancias que nos rodean".

La plantilla y el cuerpo técnico reclaman sobre todo "soluciones inmediatas por respeto a nuestra propia profesionalidad, al club al que representamos y a la afición que nos apoya. Queremos que se nos trate con la misma seriedad con la que el grupo está trabajando".

También se anuncia en el comunicado que la huelga sólo es temporal. "El día 7 volveremos a los entrenamientos para no perjudicar a los intereses deportivos del club, sabiendo que, de persistir las circunstancias actuales, tendremos que adoptar otro tipo de medidas muy a pesar nuestro", termina la nota.

MAXIMA MISERIA Los detalles sobre la falta de dinero en el Cáceres resultan casi grotescos. Empleados del club han tenido que adelantar euros de su propio bolsillo para pagar algunas comidas en los desplazamientos. Las cintas de vídeo de los partidos que se han de enviar a los otros equipos son sufragadas por el cuerpo técnico. La sucesión de anécdotas desagradables resulta interminable.

Incluso hay un acuerdo total con el alero norteamericano Anthony Stacey para que sustituya a Derell Washington, pero lo que falta es liquidez para comprarle un billete de avión.

OTRO DIA CLAVE El club cerró ayer sus oficinas al ser festivo y hoy retomará la actividad en lo que se prevé como otra jornada decisiva para el futuro.

El presidente, Juan Francisco Luis, podría anunciar en una rueda de prensa su renuncia al cargo, aunque ese movimiento también generaría incógnitas. Es ya sabido por todos que Caja de Extremadura no adelantará los 360.000 euros (60 millones de pesetas) de la subvención municipal, como había pedido públicamente Luis, al que ayer intentó localizar sin éxito este diario. En principio, tendría que ocupar su puesto el vicepresidente, Teodoro Casado, que formaría una junta gestora para intentar resolver los problemas más inminentes. A ella están ya invitados a unirse varios empresarios locales.