Jorge Lorenzo ha decidido resolver, con la misma celeridad, decisión y atrevimiento con que afronta las carreras en su espectacular debut en el Mundial de MotoGP, que ya lidera, el primer problema con el que ha tropezado nada más llegar a la élite del motociclismo mundial. Tras disputar tres grandes premios, lograr las tres poles y sumar tres podios consecutivos, en Qatar, Jerez y Estoril, con problemas en los antebrazos, debidos al síndrome compartimental que suele afectar a todos los pilotos de motos (los músculos de los antebrazos padecen sobreesfuerzo, se hinchan e intentan salir de su funda, provocando fuertes dolores), ha decidido pasar por el quirófano para empezar a resolver todas sus dolencias.

Lorenzo y su mánager, Dani Amatriaín, aceptaron la sugerencia que les hizo ayer mismo el doctor Xavier Mir, especialista consumado en este tipo de intervención, y, de momento, decidieron que lo mejor era operarse del antebrazo derecho para, posteriormente, tal vez en el parón veraniego, intervenir en el izquierdo. "No tenía demasiado sentido hacer dos intervenciones agresivas el mismo día y al mismo tiempo", reconoció el doctor Mir. "Creo que Jorge notará mucha mejoría en China e, incluso, estoy seguro, porque eso ya lo detectamos en Pedrosa, Melandri y Elias, que el brazo izquierdo también se liberará de la presión con esta operación".

"No podía seguir así", dijo Lorenzo antes de entrar ayer en el Institut Dexeus de Barcelona, acompañado de Eugenio Martínez, su asistente personal. "En Estoril me dolió menos que en Jerez e incluso en entrenamientos que he realizado durante las tres primeras carreras apenas he tenido problemas, pero es mejor resolver el asunto".

"Este es un buen momento para operarse", señaló Amatriaín a este dario. "Entre Estoril y Shanghai hay tres semanas de tiempo y el doctor nos ha asegurado que Jorge podrá estar en condiciones de correr en China; operándose de los dos brazos hubiese tenido más problemas". Amatriaín asistió a la prueba a la que Mir sometió a Lorenzo antes de entrar en el quirófano.

ULTIMA PRUEBA "Le hicimos hacer 50 flexiones con los brazos y, cuando llevaba 25, ya empezó a notar dolor en el derecho. Eso fue lo que nos decidió a intervenir de inmediato", confirmó el jefe del departamento de Cirugía de la Mano del Institut Universitari Dexeus.