REAL MADRID: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Raúl Albiol, Marcelo; Gago (Kaká, m.46), Xabi Alonso, Granero (Benzema, m.66); Guti; Ronaldo e Higuaín (Mahamadou Diarra, m.82).

ATHLETIC: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Koikili; Gurpegui, Javi Martínez, Iturraspe, Yeste (Gabilondo, m.64), De Marcos (Susaeta, m.53); y Toquero (Llorente, m.73).

GOLES: 1-0, m.21: Cristiano Ronaldo de penalti. 1-1, m.39: Yeste. 2-1, m.73: Higuaín. 3-1, m.79: Sergio Ramos. 4-1, m.81: Benzema. 5-1, m.88: Marcelo.

ARBITRO: Muñiz Fernández (asturiano). Expulsó por roja directa a Amorebieta (m. 20).

El Real Madrid consiguió un triunfo por inercia ante el Atheltic (5-1), en superioridad numérica tras una rigurosa expulsión de Amorebieta, desconectado desde que conoció los goles del Barcelona en Sevilla y goleando en la recta final cuando se apretó el encuentro en Nervión, que deja todo pendiente de un milagro.

Cinco minutos duró la esperanza. Lo que tardó Messi en marcar en el Sánchez Pizjuán y destrozar el clima de noche mágica creado en el Bernabéu. La lluvia lo terminó de desfigurar. La desconexión mental de los jugadores blancos a punto estuvo de dejar sentenciado el pulso por el título. Golearon cuando resucitó el Sevilla.

Comenzó valiente el Athletic Club. Su buena temporada se queda sin el deseado premio europeo por fallar, justo de fuerzas, en el momento decisivo. Salió con ganas de mandar un mensaje al rival. No iba a ser una comparsa. Toquero metió el primer susto a la grada con un cabezazo que obligó a volar a Iker Casillas. No se había cumplido el primer minuto.

Coincidió en el tiempo el primer intento del incansable Cristiano Ronaldo con el gol de Messi. Sacaba en dos tiempos el balón Gorka Iraizoz. Nada podía hacer Andrés Palop. En la grada se cantó el gol, desde el sector de aficionados del Athletic, condujo al error a seguidores blancos que gritaron. En medio de la confusión la euforia se transformó en decepción en cuestión de segundos.

Tardó en llegar a los jugadores del Real Madrid. Cristiano seguía con su guerra. Rematando cualquier balón que tocaba. La más clara la falló, a los siete minutos, cuando un pase de Xabi Alonso lo cabeceó en mala posición fuera. El fútbol ofensivo blanco pendía de la imaginación de Guti y la pegada de Cristiano.

Los nervios aparecían con el paso de los minutos. Raúl Albiol repetía el mismo error que cometió ante Osasuna. Dejó solo a Toquero que se lanzó en carrera desde el centro del campo hacia la meta de Casillas. Ayer se cruzó un salvador Sergio Ramos, que impuso su velocidad y salvó el primero del Athletic.

Sin encontrar el fútbol deseado ni una figura que leyese el partido, el Real Madrid buscaba el gol en acciones individuales. Una chilena de Ramos y el rechace, que se le escapó a Cristiano, precedieron la jugada que marcó el partido. El disparo de Higuaín lo rechazó con la mano Amorebieta, girado sin ver la trayectoria del esférico. Muñíz Fernández no dudó. Penalti y expulsión. Cristiano lo aprovechó.

Y tras una exhibición de paradas de Iraizoz, a una falta de Cristiano, un derechazo seco de Higuaín, disparo colocado de Gago y otro de Granero, Fran Yeste se aprovechó de la pasividad de la defensa, para marcharse de Gago, Marcelo y Ramos sin recibir una entrada y soltar un zurdazo que vio pasar Casillas.

SEGUNDA PARTE En la reanudación, Pellegrini recurrió a Kaká. Demostró personalidad el chileno con la suplencia del brasileño, pero cuando el aspecto mental fallaba tiró de él. Entró por Gago. No cambió nada. El juego seguía dependiendo de la inspiración de Guti.

Comenzaba el asedio el Madrid a la portería del Athletic con más corazón que cabeza. Un testarazo de Cristiano, remate alto de Kaká y un derechazo que tocó el larguero de Granero, mostraban el espíritu a seguir.

Se mermaban las fuerzas del Athletic, que lanzaba tímidos contraataques. En uno Yeste hizo intervenir a Casillas. Pero todo pasaba en el otro área. Iraizoz no daba a basto. Cristiano no lograba superarle, Marcelo cabeceaba al lateral de la red e Higuaín no encontraba puerta en sus acciones.

El fútbol es un estado de ánimo. Los dos goles del Sevilla cambiaron el ambiente de la grada y el equipo blanco se contagió. Con el Bernabéu encendido, Higuaín sacó petróleo de una jugada de rechaces en el minuto 73. Seis después la raza de Sergio Ramos encontraba el premio del gol, en una jugada individual.

El trabajo estaba hecho. Pendientes de Nervión, hubo tiempo para golear. Benzema y Marcelo cerraron el festival de un equipo que alcanza los 101 tantos.