España se irá de los Europeos de Barcelona con una marcha menos. La misma que le faltó ayer a Jesús Angel García Bragado para intentar asaltar el podio en la prueba más larga del atletismo, la de los 50 kilómetros caminando, que acabó en quinta posición. El veteranísimo y pundonoroso atleta madrileño notó el paso del tiempo y, en los 10 últimos kilómetros, vio frenada su progresión (había avanzado del noveno puesto al cuarto), le pesaron las piernas más de la cuenta y acabó quinto, a 7.19 minutos del doble campeón europeo, el francés Yohann Diniz, y a 4.30 de la medalla de bronce. "He luchado todo lo que he podido, pero no me ha respondido el cuerpo y solo he podido pelear", aseguró Chuso tras cruzar la meta, donde se disculpó con el público por haberles fallado esta vez.

Y eso no suele pasar. Bragado lleva en la élite desde los Juegos de Barcelona del 92, en 1993 ya fue campeón del mundo en Stuttgart y, entre sus seis medallas en grandes campeonatos, se encuentra el bronce que logró el año pasado en los Mundiales de Berlín tras recoger muchos cadáveres en la fase final de la prueba. Lo mismo que intentó ayer, pero en esta ocasión sin fortuna. El lo atribuyó a un sobrentrenamiento en un año en el que no ha tenido ni una sola lesión.

La marcha española se irá de vacío de Barcelona. Con el quinto puesto de Bragado, la retirada ayer de Odriozola a mitad de prueba, el quinto puesto de Beatriz Pascual en los 20 femeninos (en los que se lesionó María Vasco) y el noveno puesto de Juanma Molina en los 20 masculinos, España no sube al podio de la marcha en unos Europeos, por primera vez desde 1974.