Rafa Nadal lleva jugados 13 partidos sobre arcilla este año y suma 13 victorias. La llegada su superficie talismán ha hecho renacer con toda la fuerza del mundo al manacorense, que ayer se situó a un solo paso de su octava final en el Mutua Madrid Open, que ya ha ganado en cuatro ocasiones (2005, 2010, 2013 y 2014) y que podría añadir a sus victorias de este año en Montecarlo y Barcelona.

La imbatibilidad de Nadal correrá peligro esta tarde del sábado, a partir de las 16.00 horas (Teledeporte), ante otro exnúmero 1, el serbio Novak Djokovic, en el que será el 50º enfrentamiento entre ambos. El serbio domina por 26-23 y ha ganado sus últimos siete partidos, pero las cosas han cambiado.

Mientras el serbio lleva un año dubitativo y acaba de cambiar a todos su equipo técnico, Nadal se ha afianzado con su mejor juego en su mejor superficie. Es verdad que Djokovic no sufrió ningún desgaste ayer, ya que el japonés Kei Nishikori se retiró antes de jugar por una lesión en la muñeca. Nadal, en cambio, tuvo que superar un durísimo partido ante el belga David Goffin, número 10 del mundo. Fue ayer un rival de categoría para el español, que tuvo que emplearse a fondo para derrotarle por 7-6 (7-3) y 6-2 en casi dos horas.

En el otro extremo del cuadro, el uruguayo Pablo Cuevas y el austriaco Dominic Thiem serán los que buscarán el otro puesto de finalista.