El español Rafael Nadal se clasificó ayer para las semifinales del torneo de tenis de Wimbledon, tras eliminar en cuartos al finlandés Jarkko Nieminen en tres sets, por 6-3, 6-4 y 6-4, en 2 horas y 15 minutos.

El balear, número dos del mundo y bicampeón de Roland Garros, se medirá hoy al chipriota Marcos Baghdatis, que eliminó a Lleyton Hewitt.

Es lo más lejos que llega un español desde 1972, año en que Manolo Orantes llegó hasta las semifinales. Hasta la fecha, tan sólo un tenista nacional, Manolo Santana, ha logrado proclamarse campeón en este torneo, en el año 66.

La primera manga duró 41 minutos, y en ella Nadal se anotó 3 saques directos -el mismo número de "Aces" que logró su rival en este set-, para romperle en el cuarto juego el servicio a Nieminen, poniendo el marcador en 3-1 y perdiendo otra ocasión de ruptura en el séptimo.

DESVENTAJA El jugador nórdico llegó a tener ventaja en el 4-3, pero pronto el segundo favorito remedió la situación y se metió en el bolsillo la segunda reválida, que se saldó con 9 puntos ganadores para el manacorí, que continuó sin cometer ninguna doble falta en los 32 minutos que duró este set y en el que transformó un saque directo, ante los 2 de Nieminen.

Nadal, que cometió un total de 27 errores no forzados, mantuvo la profundidad e intensidad de su juego en el tercer set, ante un rival cada vez más desmotivado, que cayó en el tercer examen por 6-4.

Nada más concluir el partido en la pista 1, el tenista de Manacor reconoció que verse en esta ronda de la competición era un "sueño" para él. Hace un mes, estaba jugando en tierra y ahora estoy muy contento por estar en semifinales. Es un sueño para mí", dijo.

Sobre el próximo duelo contra el chipriota Marcos Baghadatis, que eliminó en cuartos al australiano Lleyton Hewitt, Nadal anticipó que se trataría de un encuentro "difícil".

Preguntado si creía que podría ser el rey de la superficie rápida, el mallorquín, con su humildad habitual, lo tuvo claro: "No, para nada soy el rey de la hierba. Es Roger (Federer)".