REAL MADRID: Iker Casillas; Cicinho, Sergio Ramos, Woodgate (Mejía, min. 9), Roberto Carlos; Beckham, Gravesen (Baptista, min. 75), Guti, Zidane, Robinho (Raúl, min. 62); y Ronaldo.

ARSENAL: Lehmann; Eboué, Touré, Senderos, Flamini; Hleb (Pires, min. 75), Gilberto, Cesc Fábregas (Song, min. 90), Ljungberg, Reyes (Diaby, min. 79); y Henry.

GOL: 0-1. Min. 47. Henry.

ARBITRO: Stefano Farina (Italia). Mostró cartulina amarilla a Cicinho (27´) e Iker Casillas (72´), del Real Madrid, y a Cesc (41´) y Reyes (73´), del Arsenal.

INCIDENCIAS: Gran ambiente.

Thierry Henry eligió el estadio Bernabéu para demostrar al mundo entero que es un crack de verdad, un tipo con autoridad suficiente como para derrumbar a cualquier enemigo, y con un gol antológico puso al Real Madrid con la eliminatoria muy cuesta arriba en los octavos de final de la Liga de Campeones.

Henry dejó su sello en un día simbólico. Justo cuando Ronaldo está ya con un pie fuera del Real Madrid, Henry se tomó en serio su visita a España. Enamoró al público del Bernabéu, mientras que Ronaldo, tras una semana de desamor, pasó inadvertido.

CESC, ESTELAR No sólo Henry triunfó. La gran noticia para el fútbol español fue la explosión y el partidazo de Cesc Fábregas. Jugó su primer partido en el Bernabéu y salió por la puerta grande. Si había algún escéptico, Cesc demostró que sí está para jugar en el Real Madrid. Y se fue en el último minuto ovacionado.

El Arsenal comenzó de cine. Dando un recital. Cesc y Ljungberg mandando, con Henry ofreciendo gotas de su repertorio genial. Sin embargo, le faltó definición. No tuvo sangre fría para tumbar al Real Madrid en esos diez minutos modélicos. Reyes no supo culminar un mano a mano con Iker (min. 2).

López Caro se vio obligado a cambiar a Woodgate. Otra vez se lesionó. Y con mala pinta para el futuro. Entró Mejía y fue de lo mejor. Dio calma y anticipación.

El Madrid no despertó hasta pasada la media hora. Ni Guti ni Zidane podían con el trivote de Wenger. Ljungberg se incrustó al lado de Cesc y Gilberto. Y el sueco hizo mucho daño entre líneas.

Ronaldo, a los 32 minutos, mandó el primer tiro a puerta del Madrid. Lo paró Lehmann, seguro siempre en sus salidas. No fue un día inspirado de Cicinho y Beckham. Por ahí pasaba la mejoría del equipo este último mes.

Tras el descanso, el Arsenal comenzó como al inicio. Valiente se fue a por el partido. Y esta vez sí acertó. Henry se fabricó una jugada de genio. Arrancó con fuerza, con velocidad, arrasó a todo madridista que se encontró en el camino y con elegancia clavó el 0-1 para el Arsenal.

Un lujo para el buen paladar ´futbolero´. Dicen en Londres que cuando Henry quiere, gana él sólo los partidos. Hoy encontró en el Santiago Bernabéu un aliciente, una motivación extra para demostrar al mundo entero que él es uno de los números uno. Un galáctico, de los de verdad, vamos.

Con el gol de Henry, apareció la mejor versión de Cesc Fábregas. Con 18 años, lleva el peso del equipo con autoridad. El Madrid naufragaba y se echó en manos de su única salvación en el banquillo. Tiró de Raúl. Y jugó media hora. Robinho se fue a la ducha.

REVULSIVO SIN PREMIO Fue salir Raúl y Wenger ponerse alterado. Se puso de pie en la banda de inmediato a advertir a Eboué que Zidane y Raúl se iban podrían echar a la izquierda.

Con el viento a favor, apareció Reyes. Se picó con todo el Madrid. Con Mejía, con Iker. Tras un primer tramo muy plano, el sevillano mejoró, visiblemente motivado. Y enervó a los 3.000 ingleses que en el fondo norte corearon su nombre con un acento peculiar que ya es famoso en Highbury.

El Arsenal jugó a la contra. Con el Madrid volcando el balón al corazón del área. López Caro puso más fuelle con Baptista en el campo. Pero sin frescura ni intensidad. El Arsenal fue más equipo. Y Wenger salió reforzado de su gesta en el Bernabéu.