El juez Eduardo Marquina condenó a dos padres juzgados por un altercado de tintes racistas sufrido por el árbitro Mamadou Basirou, de raza negra, en enero del año pasado, durante un partido de benjamines que enfrentaba al Ranillas y el Helios, en Zaragoza.

La sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de la capital aragonesa recoge que solo uno de ellos, Rafael Pérez Fuertes, protagonizó los insultos racistas, por lo que le impone nueve meses de prisión y 1.440 euros de multa. El segundo, Juan Carlos Berdusán Romero, ha sido condenado a seis meses por resistencia a la Policía, según recoge El Periódico de Aragón.

GRAVES INSULTOS / Los hechos sucedieron el 28 de enero del 2017, cuando ambos acusados se dirigieron reiteradamente al árbitro con insultos como «sinvergüenza, me cago en tus muertos, cabrón, malo...».

Sin embargo, Rafael Pérez Fuertes añadió insultos en sus dezas como «negro, negrito, negro de mierda, me cago en tu raza, vete al desierto» o «te vamos a pegar una paliza que no se te van a ver los moratones», en alusión a su color de piel.

La policía ya acudió al descanso del partido a requerimiento del propio árbitro, pero el encuentro continuó. Fue al final del mismo cuando Pérez volvió a dirigirse al colegiado con términos como «negrito» e intentó agredirlo, lo que impidieron otros padres.

Mientras tanto, fuera del campo, el otro condenado, Juan Carlos Berdusán, se resistió a la detención policial diciendo además a los agentes: «No me toquéis, os pago el sueldo, ¿por qué defendéis a este negro de mierda?».

El juez expone que esta última referencia es indudablemente racista, pero dado que no la dirigió directamente al árbitro es penalmente difícil de castigar. Los insultos racistas provinieron del segundo padre, entiende la sentencia, pues es en lo que concuerdan tanto el acta -y su ampliación- del árbitro como las manifestaciones de varios testigos y de la policía. Además de la cárcel (que no cumplirá, al no tener antecedentes) Pérez Fuertes indemnizará al árbitro con 500 euros.