David Rocha cumple mañana 23 años. El que otrora fuera la perla de la cantera del Cacereño, club que dejó para marcharse al filial del Villarreal, milita ahora en el Cartagena, de Segunda B. Fichó en Navidad por 6 meses con opción a una temporada más y ha disputado, por el momento, los tres partidos como titular.

El equipo murciano, sin embargo y pese a ser uno de los de mayor presupuesto de toda la categoría de bronce, no atraviesa su mejor momento. Directiva, afición y prensa tienen como imperioso objetivo el ascenso a Segunda A, pero actualmente se encuentran instalados en una decepcionante décima plaza. Los ´palos´ vuelan por todos lados. El cacereño, no obstante, parece librarse, por el momento: "Tenemos a la prensa encima, pero por ahora lo que se está escribiendo sobre mí es todo bueno".

Rocha, que vive con su novia cacereña, ha cambiado su ubicación en el campo desde los tiempos del Príncipe Felipe. De mediapunta ha pasado al lateral, pero sigue manteniendo intacta la ambición que le hizo buscar nuevas aventuras en el mundo del balompié. "Ahora he cambiado la comodidad de jugar en un filial por el fútbol de verdad; en el que estás obligado a ganar cada domingo. Prefiero esto", apunta.

Ha compartido vestuario con jugadores de la talla de Riquelme, Forlan, Cazorla, Nihat, Guille Franco, Pirés... Reconoce que si hubiera tenido la confianza de Pellegrini no se hubiera marchado, "pero ahora el Villarreal es un grande y si quiere algo sale fuera a comprarlo". Aún así, durante sus dos años y medio en el club, Rocha ha sido el jugador de campo más utilizado.

Sigue diariamente la actualidad del Cacereño y tiene, por tanto, opinión respecto a todo lo que pasa: "Hablo con Sergio y sé que están ´jodidos´, que Rossi y Nacarino no se hablan, que el Forma podría hacerse cargo... El club tiene que dar un giro ya. Lo mejor sería vender y que entre savia nueva", concluye.