El Mérida está décimo en la tabla: tiene nueve equipos por encima y diez por debajo y busca en las estadísticas la explicación a una temporada tan sumamente irregular como la que está protagonizando. Con los de arriba ha conseguido el 33% de los puntos, pero llama la atención que con los seis mejor clasificados ha conseguido el 54%, con victorias de mucho mérito en Jaén (contra quien ha cosechado los seis puntos), en Marbella y en Puerto de Santa María, y derrotas por la mínima en Cartagena y Córdoba. Sin embargo, con los tres equipos que le preceden no ha conseguido ningún punto.

Por la parte de abajo, los de Jaime Molina han conseguido el 70% de los puntos con los cinco últimos, aunque también han sufrido derrotas dolorosas (en casa en la primera jornada frente al Extremadura y en el José Pache del Cerro).

Pero donde el Mérida se ha mostrado más irregular y no ha conseguido más que el 24% de los puntos (8 de 33) es frente a los rivales directos de mitad de la tabla (entre el octavo y el décimo quinto). Con estos números, el Mérida demuestra que es un equipo irregular, capaz de lo mejor (normalmente a domicilio) y de lo peor (en casa). Dos años con el mismo guión que ni el club ni la afición ni el entorno consiguen dar explicación.