Entre los negros nubarrones que cubren el horizonte del Cáceres Destino Turístico una bocanada de aire fresco y alegre vino ayer a sofocar el horno en que se estaba convirtiendo el club verdinegro. El fichaje de Jiri Okac ha supuesto la única nota alegre de la trágica operación retorno de vacaciones navideñas en el club verdinegro, que se ha saldado finalmente con la marcha definitiva de Michael Higgins y Bryan Sallier y la desaparición momentánea de Damon Jonhson.

Jiri Okac volvió a ejercer ayer como verdinegro y aseguró momentos antes de su primer entrenamiento en su segunda etapa sentirse "muy feliz por haber vuelto al lugar del que guardo uno de los mejores momentos de mi vida. Sé que ahora es diferente, que no hay aquella locura por el baloncesto como hace once años, pero espero poder ayudar en todo lo que pueda".

El gigante de Brno dice estar "muy contento por reencontrarme con viejos amigos y también con excompañeros de la temporada pasada en Plasencia". A Okac no le costó trabajo decidirse y en cuanto su amigo Ñete Bohigas le llamó "no lo dudé un instante. Mantenemos una gran amistad y ya estuvimos hablando para haber venido a principio de temporada, pero entonces no pudo ser y ahora estoy aquí de nuevo y espero ayudar al equipo todo lo que pueda".

Pese a sus 40 años, Jiri Okac está en buena condición física. "La temporada pasada jugué en LEB-2 y este año he estado jugando hasta ahora en el Brno, en la liga checa, que tiene un nivel similar a la LEB española".

Conocedor de todos los cambios que se han ido produciendo en el Cáceres, el pívot checo espera poder "aterrizar del todo para poder saber como están las cosas. Un poco me han contado, pero apenas he podido hablar con la gente y todavía no me puedo hacer una idea".

CONTRARIADO Mientras, Ñete Bohigas, entrenador del Cáceres, se mostraba ayer bastante contrariado por la situación que se ha generado tras la vuelta al trabajo. Con Washington y Sallier fuera del club --lo de este último con matices, ya que su intención es volver, al menos a negociar su marcha--, la reciente salida de Michael Higgins y la desaparición de Damon Jonhson, a Bohigas no le salen las cuentas casi ni para entrenar, aunque ayer ya pudo contar también con Javi Pérez. "Lo único positivo es la respuesta y la entereza de los jugadores nacionales. La situación es difícil y afrontar el partido del domingo y toda una segunda vuelta con seis o siete jugadores es complicado, pero habrá que esperar a encontrar soluciones".

El técnico verdinegro y sus ayudantes están trabajando en los posibles sustitutos. "Hay algunas cosas avanzadas desde hace tiempo, pero ante la coyuntura económica que tenemos no podemos movernos. Estoy intentando recomponer la situación y hacer un equipo lo más competitivo posible, pero la gente tiene que saber que viene en unas condiciones muy especiales".

Ñete Bohigas espera también el regreso de Damon Johnson, sin embargo no está demasiado claro: "se supone que tiene que venir, pero no sabemos nada".