Que la vida da muchas vueltas es para el Moralo algo más que una frase hecha. En apenas unos meses el club verdiblanco ha pasado de estar al borde de la desaparición a volver a estar entre los primeros de la tabla y sobre todo a recuperar a una afición que parecía definitivamente perdida. Al final de la pasada temporada se hablaba del Moralo porque "su presidente ha dimitido", "el equipo protesta con una sentada porque no cobra", "el Díter Zafra le golea por 9-0" o "se celebra una asamblea a la que no va ni el presidente". Dos meses después del inicio de la liga actual ya tiene los puntos exigidos en la primera vuelta para no descender (su verdadero objetivo) y como institución el club es una auténtica balsa de aceite.

Su presidente Francisco Cuevas presume con razón "creo que ahora mismo somos un club que provoca admiración entre los rivales y me siento muy orgulloso de lo que hemos conseguido gracias al extraordinario comportamiento de la plantilla y al apoyo de nuestros seguidores". Con unos 250 socios, el Municipal está registrando entradas de más de 600 espectadores lo que permite suculentas recaudaciones entre la taquilla y el ambigú. Cuevas afirma que el presupuesto está encarrilado "sino fuera por la deuda con la plantilla del año pasado, por eso buscamos desesperadamente un patrocinador".

Sus preocupaciones se centran exclusivamente en la cuestión económica "no estar entre los cuatro primeros no me quita el sueño --dice-- y tenemos muchas ideas para incluso vengas más gente a ver al equipo".

Ahora jugará el Moralo dos partidos seguidos en casa; este domingo con el flamente campeón copero, Unión Deportiva Badajoz, y siete días después con el todopoderoso Cerro de Reyes que televisará Canal Extremadura Televisión.