Si de por sí ya no tuviera suficiente aliciente el partido de esta tarde (18.30 horas) frente al Prat Joventut --nada menos que seguir defendiendo el octavo puesto que da acceso al playoff -- a los jugadores del Plasencia Extremadura se les presentó al mediodía de ayer otro motivo más para intentar vencer. A esa hora venía al mundo en la ciudad de Córdoba la pequeña Silvia, la hija de Rafa Gomariz, el segundo vástago que el técnico llevaba esperando ansioso desde hace días. Para la plantilla sería un honor dedicarle la victoria a su técnico y a "su niña".

Este feliz acontecimiento no impedirá a Gomariz dirigir desde el banco, ya que se volverá a la ciudad esta mañana, en un partido donde los dos conjuntos se juegan muchísimo. Para Plasencia, no le queda más remedio que vencer, esperar el tropiezo del Coruña frente al Tíjola y jugársela en las dos últimas jornadas en Navarra y recibiendo al Huesca.

Roberto Blanco, que ayer ante la ausencia de Gomariz llevó a cabo el último entrenamiento, comentó que "en la plantilla tenemos el convencimiento de que si hacemos las cosas bien y estamos concentrados nos llevaremos el partido, ellos juegan sin presión y eso les hace peligrosos". Por segunda semana consecutiva los locales están sin problemas físicos, lo que ya se notó en Logroño.