Fernado Verdasco es un rival capaz de ganar al mejor y, también, demasiadas veces, de perder con contrincantes inferiores. Su carrera tenística la ha vivido instalado en una noria desde que jugó por primera vez en Roland Garros hace ya 14 años pero ayer tuvo uno de esos días que le han permitido dar sorpresas mayúsculas en el circuito como el año pasado cuando eliminó a Rafael Nadal en la primera ronda de Australia o, este año, en la final de Doha, cuando tuvo cinco match balls contra Novak Djokovic, antes de perder.

Esta vez el tenista madrileño, de 33 años y 37 mundial, dio otra campanada en la central Phlippe Chatrier al vencer por 6-4, 3-6, 6-4 y 6-2 al alemán Alexander Zverev, número 10 mundial, uno de los favoritos del torneo que llegaba a París tras ganar su primer Masters 1.000 en Roma derrotando en la final a Djokovic.

Verdasco destrozó las ilusiones de Zverev en un partido de dos tiempos, suspendido el lunes por la lluvia y falta de luz con empate a un set. En la reanudación, el tenista alemán, de 20 años, que hace unas semanas había ganado a Verdasco en Madrid (7-5, 6-3) no aprovechó la noche de descanso y acabó desbordado por los potentes golpes liftados del español que remontó un 3-1en el tercer set. Hoy, sin descanso, se cruzará con el francés Pierre-Hugues Robert.

Junto a Verdasco también pasó a la segunda ronda Nicolás Almagro que venció al chipriota Marcos Baghdatis por 6-7 (7-3), 6-4, 6-3 y 7-6 (7-1) El tenista murciano, de 31 años, número 69 mundial, logró 16 aces y 67 golpes ganadores para deshacerse de un rival de su misma edad, pero que acabó desfondado. Su próximo rival será el argentino Juan Martín Del Potro.

En el torneo femenino Carla Suárez se sumó a la fiesta española derrotando a la griega Maria Sakkari por 6-4 y 6-2, después de levantar un 4-1 en contra en el primer set. La tenista canaria, número 23 mundial, admitió que llega a París sin el rodaje que hubiese querido.