Lewis Hamilton continúa en estado de gracia y hoy, en Spa, se volvió a mostrar muy superior a sus rivales. El británico, que fue contemporizando durante las dos primeras fases de calificación, sacó lo mejor de sí mismo en los momentos finales para marcar un tiempo de 1:47.338, más de tres décimas mejor que su inmediato perseguidor, Felipe Massa. Mañana, los dos líderes del mundial saldrán desde la primera línea de salida, en lo que se aventura ya un duelo de aquí a final de temporada.

Justo por detrás del brasileño se colocó Kovalainen, el más rápido en la Q2, y que demuestra su mejoría a medida que avanza el campeonato. Sólo en los instantes finales fue capaz de ceder en lo que parecía un dominio claro de los McLaren. Por detrás del finlandés llegó su compatriota Raikkonen, nuevamente el peor de los "cuatro grandes", aunque con ciertos síntomas de restablecimiento respecto a los anteriores grandes premios. Curiosa la situación de la parrilla para mañana, con un atractivo a la par que peligroso sandwich entre la escudería británica y la italiana.

Fernando Alonso, por su parte, completó una más que digna jornada de calificación, manteniéndose siempre en puestos privilegiados y logrando finalmente el sexto mejor tiempo, con 1.48:504. En una fase de la temporada en la que resulta realmente complicado entrar incluso entre los diez primeros, dada la igualdad entre casi todas las escuderías, poder salir mañana desde una posición tan avanzada es todo un buen resultado para el asturiano, que ya ha confesado que no le importaría nada que apareciese la lluvia, pues de esa forma se equilibrarían más las fuerzas con los de cabeza. Hoy, tal y como esperaba Fernando, no apareció, si bien es cierto que el cielo no dejó de estar amenazador en todo momento.

5ª pole para Hamilton

La Q1 se saldó sin serios imprevistos, exceptuando la sorprendente primera plaza de Bourdais, que fue más rápido que Kovalainen en el último momento. Alonso, muy tranquilo, fue octavo, mientras que fuera se quedaron Nakajima, Fisichella, Suttil y Barrichello y Button, demostrando estos dos los días de penuria por los que está atravesando la escudería Honda. Mucho va a tener que mejorar si quiere cumplir su sueño de contratar a Alonso.

La Q2 estuvo algo más emocionante, con todos los monoplazas dando el máximo. El primero en salir fue Raikkonen, quizá presionado por lo que se está considerando como su última oportunidad para no pasar a ser gregario de Massa; y visto lo visto, difícil lo va a tener el finlandés. Alonso, que fue de más a menos, fue finalmente 6º, "sólo por detrás" de Heidfeld, invitado de honor en el gran poderío demostrado por Ferrari y McLaren, hoy más superiores al resto que nunca. De hecho, fue Kovalainen, número 2 de la escudería británica, quien marcó el mejor tiempo. Fuera quedaron Glock, Coulthard, Piquet, Rosberg y Trulli; sorprendentemente, los dos pilotos de Toyota, que tan buen hacer tuvieron en Valencia hace sólo quince días, fueron incapaces de superar esta Q2.

Y la Q3 fue de un solo color, el blanco del McLaren de Hamilton. El británico dominó de principio a fin la última fase, y apenas sintió presión por parte de Massa, el único que pudo mantener algo su ritmo. De este modo, Hamilton logra su quinta pole de la temporada, una más que el brasileño de Ferrari. Alonso, algo mejor que en las últimas semanas, sólo cedió ante Heidfeld, hoy sí el mejor de BMW, puesto que su compañero Robert Kubica fue finalmente octavo. Entre el asturiano y el polaco se situó Webber, mientras que la novena y la décima posición serán ocupadas por Bourdais y Vettel, respectivamente.

¿Duelo definitivo?

Mañana domingo, pues, se vivirá un apasionado en un marco incomparable, el circuito de Spa, sin duda uno de los más bellos del circo de la Fórmula 1. Hamilton y Massa lucharán por lograr unos más que valiosos puntos, en lo que se antoja ya, salvo debacle, será el enfrentamiento para hacerse con el título mundial. Alonso, por su parte, buscará resarcirse del mal sabor de boca del GP de Valencia y, apoyándose en esa sexta posición de salida, tratará de situarse lo más arriba posible, mirando de aprovechar cualquier error de los "cuatro grandes". Emoción no faltará en Bélgica.