El vigente campeón se queda sin el mejor jugador de la Liga y el décimo clasificado es (otra vez) el que más gasta. Así de rara comienza hoy la Premier League: con su máxima estrella, Cristiano Ronaldo, devolviendo a España el título de mejor Liga del mundo y con el derroche de petrodólares del Manchester City contrastando con la austeridad de los cuatro grandes, que han invertido menos de lo que han gastado.

Encadenar la cuarta Premier --algo inédito-- es el objetivo del Manchester United, que se convertiría en el club inglés más laureado. Alex Ferguson no parece preocupado por la marcha de Ronaldo y Tévez. El técnico confía en Owen --que llegó gratis-- y Berbatov, secundario el año pasado y que tendrá más fácil la titularidad. Los quebraderos de cabeza de sir Alex están en la portería --Van der Sar empieza lesionado-- y la defensa, donde también se le acumulan jugadores en la enfermería. Ya lo acusó en la Community Shield, que perdió por penaltis con el Chelsea, y puede ser mañana un problema ante el Birmingham.

El United ha perdido sus dos últimos partidos oficiales: la citada Supercopa inglesa y la final de la Champions. "Nos levantaremos a tiempo", tranquiliza Ferguson, que, además de Owen, ha tenido dos refuerzos poco mediáticos: el ecuatoriano Luis Valencia (procedente del Wigan, que entrenará el español Roberto Martínez) y el galo Gabriel Obertan.

Acento español

No mucho más renombre tienen los fichajes del Liverpool, fiado de nuevo a los goles de Torres y al carisma de Gerrard. Rafa Benítez ha dejado escapar a Xabi Alonso y Arbeloa y, cromo por cromo, ha reclutado al defensa Glen Johnson y al mediocentro Aquilani. El equipo que visitará mañana al Tottenham será muy parecido al del año pasado.

En mayo se cumplirán 20 años del último éxito red en la Liga. El año pasado, lo tuvo cerca, pero en Navidad, el equipo se desinfló. "Acabamos con 86 puntos, el récord del club", se defiende el técnico español. Solo perdieron dos partidos en toda la temporada, pero cedieron siete empates en Anfield.

Más novedades presenta el Chelsea, que hoy recibe al Hull (más que probable destino del delantero del Real Madrid Alvaro Negredo). No tanto en la plantilla "el dinero ruso solo ha traído al talentoso Zhirkov, que se perderá el primer partido por una lesión de rodilla, y al prometedor punta Sturridge" como en el banquillo. Cinco técnicos han pasado por Stamford Bridge en dos años. Tras Mourinho llegaron Grant y Scolari. Felipao no cuajó en Londres y Abramovich echó mano de Guus Hiddink, su seleccionador ruso, al que casi le da tiempo de atrapar al United."No me asusta el fantasma de Hiddink", asegura su sustituto, Carlo Ancelotti. El puede presumir de dos Champions en su palmarés, al fin y al cabo el anhelo de Abramovich. El 4-3-3 de Mou ya es historia. ¿Quién decía que Drogba y Anelka no podían jugar juntos? "Será una lucha a muerte con el United --vaticina el capitán, John Terry, al que tentó el City-- pero también estarán ahí el Liverpool, el City y el Arsenal".

Pese a la apuesta, los gunners despiertan dudas. El Arsenal ha perdido a Adebayor y Touré, solo han fichado al central Vermaelen y les aterra el futuro de Cesc. De la Liga ganada en el 2004 solo queda el entrenador, Arsène Wenger, quien se siente "muy optimista".

La austeridad gunner contrasta con el derroche del Manchester City, el nuevo Chelsea: más de 100 millones de euros gastados, que se suman a los 142 invertidos el año pasado (43 en Robinho) y que solo le valieron para acabar, a duras penas, décimo. Fichajes de renombre (Tévez, Adebayor, Kolo Touré...) que Mark Hughes deberá gestionar. Pensar en el título es demasiado, pero quizá dejen a algún equipo del Big Four sin Champions, cosa que no sucede desde el 2003. H