Puebla: Meli; Mari Angeles, Yoli, Laura, Raquel; Conchi, Vanesa, Mercedes (Fátima, M. 82), Lali; Cecilia (Lupe, M. 90) y Lourdes.

Levante: Mariajo; Marina, Ruth, Maider, Susana; Rosa, Laura del Río, Sara (Barbie, M. 85), Sandra; Graci (Daniela, M. 72) y Marta (Arantxa, M. 66).

Gol: 1-0 M. 27: Lali.

Arbitro: Juan Castillo Peláez (Extremeño). Si su objetivo era no sacar ninguna tarjeta a cualquier precio, estuvo perfecto. Pero si lo que debe es aplicar el reglamento, fue un desasatre porque no quiso, supo o pudo cumplir con su obligación en el plano disciplinario (0). Eso sí, no mostró tarjeta alguna, eso pretendía, y también se inhibió en lo que sucedió en las áreas.

Incidencias: Muy poco público en el Municipal Poblanchino en mañana bastante desapacible y gélida por momentos.

Dicen que muchas veces consigue más quien quiere que quien puede, y fe de ello puede dar el reducido grupo de personas que aguantó el tirón en la matinal de ayer, sobre todo de las inclemencias metereológicas, y presenció la victoria del Puebla ante el Levante (1-0). Las de Soltero y Contreras acabaron reencontrándose con la racha de triunfos que se había cortado en Zaragoza precisamente sacando conclusiones de la moraleja de la derrota en tierras aragonesas. Esto es, con concentración, trabajo, anticipación y actitud, una gran actitud, el Puebla neutralizó ese potencial que se presupone a un bloque con el presupuesto del levantino y terminó superándolo en el marcador. El movimiento se demuestra andando y el repertorio táctico, y sus maniobras a lo largo del duelo, fueron tan fértiles en el bando local con estériles, casi se podría decir que inexistentes, en el visitante pese a todo.

DE INICIO A FIN No podrá decir el Levante que no jugó limpio su anfitrión. Lourdes lanzó a las manos de Mariajo la primera ocasión de verdadero peligro (m. 4) y Lali y Cecilia volvieron a perdonar cumplido el primer cuarto de hora (m. 16). Tras las advertencias, el gol. Un buen centro de Lourdes, una indecisión entre la meta y una zaguera visitantes y Lali, en el segundo palo, que se aprovecha para remachar el balón al fondo de la red (m. 27).

Hasta ese momento casi no había existido el Levante que, espoleado por el tanto, dejó tarjeta de presentación. Rosa Castillo remató a bocajarro y Meli salió tapando muy bien. Las visitantes se fueron al descanso reclamando lo que consideraban un doble penalti por manos y empujón en el área local. Castillo Peláez no quiso saber nada del asunto.

La segunda parte, con el aire tan a favor de las valencianas como había estado con las extremeñas en la primera, se presentaba como complicado para las locales. Sin embargo, el Puebla supo nadar y guardar la ropa en la mismas medida que su rival se iba desquiciando. Un par de remates de las azulgranas, en mágnifica situación en ambos casos, tomaron dirección al banderín de córner con toda la portería ante sí. Contreras y Soltero maniobraron, todo lo contrario que el técnico visitante, y el 1-0 se convirtió en definitivo. El Levante se perdió en marrullerías y malos modos, sin que el árbitro dijese algo, y punto y final.