El piloto finlandés de Fórmula Uno Kimi Räikkönen (Ferrari) espera poder beneficiarse este domingo de la rivalidad que existe entre los dos pilotos de McLaren, el británico Lewis Hamilton y el español Fernando Alonso, durante la última y decisiva prueba del Mundial, el Gran Premio de Brasil. Cuando sólo quedan diez puntos en juego, el finlandés es tercero en la clasificación de pilotos con cien puntos, siete menos que Hamilton y tres menos que Alonso, por lo que cualquiera de los tres tiene opciones de vencer el campeonato.

"Hay mucha presión en ambos equipos. Ellos son los favoritos y además lucharán entre sí. Con un poco de suerte nos beneficiaremos de eso", afirmó hoy el finlandés en su página web. Aunque es consciente de sus escasas opciones, Räikkönen viajó hoy a Sao Paulo con la intención de plantar cara a los hombres de McLaren y vencer el último gran premio.

"Tengo pocas probabilidades de ganar el título, pero como se vio en Shanghai hace dos semanas, puede pasar cualquier cosa", señaló. "Afrontaré la última carrera de igual modo que las dos anteriores. Mi intención es ganar y el resto ya no depende de mí. No podemos hacer cálculos, tenemos que ganar", añadió. "Obviamente, el piloto con más puntos siempre debe ser el favorito en condiciones normales, pero va a ser muy emocionante. Lo principal es que aún tenemos opciones. Lo vamos a dar todo, eso es seguro", afirmó.

Mantiene la confianza

Räikkönen cumple mañana 28 años, pero anunció que no tiene intención de celebrarlo para poder concentrarse en la trascendental carrera del fin de semana. "Sólo deseo un regalo de cumpleaños y espero recibirlo tras la carrera del domingo", declaró. De cara al último Gran Premio, el finlandés destacó la importancia de realizar una buena clasificación el sábado, así como conseguir para el domingo un coche versátil y fiable.

Según el piloto de Ferrari, después del Gran Premio de China su escudería no ha tenido mucho tiempo para mejorar sus monoplazas, y se ha limitado a tratar de adaptarlos a los baches del trazado de Interlagos mediante simulaciones en la fábrica. La estadística no favorece excesivamente a Räikkönen, quien nunca ha vencido en el circuito de Sao Paulo, aunque ha terminado segundo en tres ocasiones.

"Lo mismo dije hace dos semanas sobre Shanghai y después gané. Espero que se repita el mismo resultado", señaló. Räikkönen destacó que su posición es similar a la de la temporada 2003, cuando al volante de un McLaren acabó perdiendo el título por sólo dos puntos en la última carrera ante el Ferrari del alemán Michael Schumacher.