Tras concretarse hace apenas un mes el descenso a Superliga 2, el Extremadura Arroyo se rediseña de cara al futuro a corto y medio plazo, pero siempre con el deporte base como referente. La directiva de la entidad, con su presidente Adolfo Gómez al frente, mantiene reuniones constantes, tanto de índole deportiva como de patrocinio, que permitan conocer con qué ‘mimbres’ se cuenta para la confección del primer equipo que dispute la próxima campaña en la segunda categoría.

A pesar de la tristeza que supuso el no conseguir la permanencia en la élite del voley nacional, las innumerables de cariño y apoyo recibidas en la sede del Extremadura Arroyo, tanto de aficionados como de representantes de las principales instituciones de la región, han propiciado un inusitado carrusel de ilusiones cuyos efectos no han tardado en plasmarse en una febril actividad encaminada a trazar los ejes básicos del próximo proyecto.

En opinión del Gómez, ese proyecto debe partir, de forma «indefectible», de una planificación que contemple a los equipos de base como principal pilar del club.

A su juicio, después de una campaña que no deparó los resultados apetecidos, y en la que por primera vez se buscó una confección del primer equipo «más profesional, acorde con la categoría en la que militábamos», el futuro equipo de Superliga 2 debe volver a confeccionarse en un 80% «con jugadores de la cantera y de la tierra, potenciado con un par de fichajes de fuera que refuercen el bloque».

El club también espera conocer cuál es la configuración de la segunda categoría nacional y concretar quiénes serán sus rivales. En la temporada 2016-17 se ha dividido en dos grupos, uno de doce equipos --sobre todo del norte de España-- y otro de diez, con los insulares y los del sur y el este peninsular, además de un madrileño como el cvleganes.com. El Arona Tenerife ha asegurado el ascenos y queda otra plaza por asignar.