El Extremadura Arroyo sigue sin ganar. No culminó la gran remontada que comenzó cuando perdía 0-2 ante el IBSA CV Gran Canaria, y terminó perdiendo 2-3 (21-25, 21-25, 25-20, 25-21 y 7-15), en un partido en el que de nuevo alternó acciones de mucho mérito, con otras fases con demasiados errores no forzados, que terminaron costándole el partido.

Una jornada más, el equipo que entrena Adolfo Gómez evidenció una gran mejoría en su juego, sobre todo en los juegos terceros y cuarto, y por momentos fue capaz de mostrarse superior a un conjunto canario con muchos recursos ofensivos, tanto en el ataque de ala con Saray Manzano y por encima del resto de compañeras una inconmensurable Silvia Campos, por el centro de la red con Anna Espadalé, y todo bajo la batuta de la dirección de Chloe Collins.

En el Extremadura Arroyo, la opuesta Gabi Silva fue la principal referencia ofensiva con 18 puntos, secundada por Yohana Rodríguez y Sokhna Gueye (15).

Los dos primeros juegos siguieron guiones semejantes, con pequeñas ventajas del cuadro insular que eran enjugadas por las locales, hasta que cercano el punto 20, eran las jugadoras canarias, con un mayor aplomo y eficacia, las que conseguían establecer el 0-2 en el marcador.

En la tercera manga, el Extremadura Arroyo prefirió olvidarse de la marcha del partido hasta ese momento, y de la pesada estela de resultados de esta temporada, apostó por sumarle un plus de entrega a sus acciones y tras el 4-1 y el 13-10, y a pesar de que la formación insular igualó la contienda a 16, fue capaz de marcharse en el electrónico (21-18) y firmar un balsámico 25-20.

En el cuarto set reaccionó el IBSA (4-7, 9-12), pero la escuadra de Arroyo de la Luz estaba decidida a no bajarse de la ola de eficacia a la que se subió en el juego anterior, y con una defensa, tanto en primera como en segunda línea brillante, cortocircuitó el sistema ofensivo rival, hasta concretar la victoria parcial que propiciaba la disputa del quinto juego.

Sin embargo, en la quinta manga, el equipo canario logró de salida un decisivo 2-10 que puso la empresa imposible para las cacereñas, que terminaron cediendo por 7-15.