El Barça tendrá un presidente indiscutible. A falta de los últimos datos oficiales, alrededor de un 60% de los socios que ejercieron su derecho al voto, decidieron que Sandro Rosell Feliu dirija al club los próximos seis años. Un triunfo por goleada que, a partir del 30 de junio, cerrará siete años de laportismo y dará paso a una nueva etapa encabezada por uno de los hombres fuertes de la revolución que se produjo en el 2003.

Curiosamente, los otros dos herederos de aquel grupo, Marc Ingla y Jaume Ferrer, el elegido por Laporta, fueron los grandes perdedores, superados por una anónima figura, Agustí Benedito, que ha ido ganando terreno hasta adelantarles. El continuismo, más o menos distanciado de Laporta, más crítico o más puro, ha sido el gran derrotado.

Rosell, al que sus rivales han colgado la etiqueta de ser un peligro para el modelo actual, una acusación que no ha calado a la vista de los resultados, se enfrenta ahora a una delicada paradoja. Los socios han elegido un cambio en el palco, pero quieren que fuera de la zona exclusiva del Camp Nou todo siga igual. Y hay alguien mucho más indiscutible e intocable que los dos presidentes, el que se va y el que llega: Pep Guardiola, a quien ayer aclamaron con gritos de "presidente" cuando votó.

Rosell ha jugado el partido electoral como muchos de los que juega precisamente el Barça de Guardiola. Desde el primer día, ha mantenido la posesión del balón. No habido manera de quitárselo. Ayer, en el momento decisivo, en la final, se impuso de principio a fin con una hegemonía incuestionable. Más incluso que el de hace siete años cuando estaba en segunda línea, como vicepresidente, por detrás de Laporta.

Su mandato, el primero de seis años tras el cambio en los estatutos, empieza con más empuje que el de hace siete años. Ha logrado más votos y mejor porcentaje, lo que le convierte en el presidente más respaldado de la historia. Un gran éxito que celebró en el Camp Nou junto a su equipo, en el que figuran los cuatro miembros que dimitieron con él dos años después de vivir una noche de euforia como la de ayer: Josep Maria Bartomeu, que ocupará la vicepresidencia deportiva, Jordi Moix, Xavier Faus y Jordi Monés.