Sevilla: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Escudé, Dragutinovic (Puerta, m.85); Jesús Navas (Kerzhakov, m.65), Poulsen, Renato, Adriano; Kanouté y Chevantón (Martí, 46).

Mallorca: Moyá; Varela (Tuni, m.95), Nunes, Ballesteros, Navarro; Héctor, Basinas, Ibagaza (Arango, m.82), Jordi López, Jonás; y Maxi López (Víctor, m.89).

Goles: 1-0, M.22: Kanouté, de penalti. 1-1, M.48: Nunes. 1-2, M.62: Maxi López.

Arbitro: Julián Rodríguez Santiago (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a los visitantes Nunes y Héctor y al local Martí.

Incidencias: 45.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del encuentro, el presidente del Sevilla, José María Del Nido, le entregó a Javi Navarro, el trofeo que acredita al equipo hispalense como el mejor del mundo.

El Real Mallorca rompió una racha de cinco partidos perdidos -cuatro de Liga y uno de Copa- y respira en la zona baja de la clasificación, gracias a su victoria frente al peor Sevilla de la temporada, que además cedió sus primeros puntos como local en lo que va de campaña.

El argentino Maxi López, jugador más adelantado de los del técnico jiennense en el Sánchez Pizjuán, fue uno de los que metió el miedo en el cuerpo a los aficionados locales, pero poco después, en pleno dominio mallorquín, el árbitro señaló penalti por derribo del meta visitante Miguel Moyá a Jesús Navas.

La falta, muy protesta por los de Gregorio Manzano, la transformó en gol el delantero malí Frederic Kanouté, quien consiguió su decimoquinto tanto liguero en la presente temporada y se consolida como máximo artillero del campeonato.

En la segunda parte Juande dejó en el vestuario a Chevantón e intentó corregir con Pep Martí la desigualdad en el centro de campo, pero el Mallorca, que salió con el mismo ímpetu que en la primera, logró empatar pronto por mediación del portugués José de Aráujo Nunes en una mala salida de Palop.

El Sevilla, lejos de reaccionar, se mantuvo desdibujado y sin ninguna coordinación entre sus líneas ante un adversario que, lejos de conformarse con el empate, mantuvo su supremacía, hasta el punto que Maxi López, en un garrafal fallo de la defensa hispalense, puso el 1-2 en el marcador.

Ello motivó el debut del delantero ruso Alexander Kerzhakov, pero no tuvo suerte y el Mallorca consumó la gran sorpresa.