Fue el día de los secundarios para el Cáceres 2016, que consiguió una valiosa victoria frente a un rival directo como La Palma. Lo único negativo de la noche es para los verdinegros no haber superado el average particular ante los canarios, que ganaron por cinco puntos en la ida. Todo lo demás debe saber a gloria, aunque el juego siga sin ser nada brillante. Se supera además una asignatura pendiente: la de los finales de partido, tan fatídicos esta campaña.

Sin embargo, este Cáceres no está construido para heroicidades y sí para asegurarse lo antes posible no pasar problemas. Unos días tiene que recurrir a sus teóricas estrellas y otras a gente como Juanmi Morales o Francesc Cabeza, como ocurrió ayer. No faltó la imprescindible dosis de suerte ante un rival que parece tener marcado el signo de la derrota en la frente. La realidad es que pudo ganar cualquiera en un final de ruleta rusa. De hecho, los canarios fueron por delante durante la mayor parte del choque, ya desde un inicio bastante deprimente por parte local (8-20, min. 7). Triguero, repudiado en Plasencia --en la grada estaba el presidente jerteño, Antonio Martín Oncina--, demostró que, si se centra, es un jugadorazo para esta categoría. Sometió a Josh Asselin y cuando contó con el apoyo desde el exterior de Stephen Edwards, Alex Burgos y Oscar González su equipo mandó. El Cáceres encontró entonces a su primer salvador: Morales. Quince puntos suyos antes del descanso sostuvieron a sus compañeros y al intermedio todo quedaba abierto (41-42).

CABEZA, AL RELEVO Pese a todo, no había buenas sensaciones en el pabellón a esas alturas. Asselin, sin ángel, tenía toda la pinta de haberse pasado con los turrones. Y Blackshear, tres cuartos de lo mismo, aunque en su caso prefirió centrarse en el trabajo sordo. Antelo acumulaba faltas sin sentido y justo cuando La Palma volvía a tener la iniciativa (43-50, min. 23), Ñete Bohigas tenía que recurrir a Cabeza, postergado a cuarto pívot . La respuesta del catalán, todo coraje, no pudo ser mejor. Una reivindicación en toda regla la suya, casi igual que Ramón Moya, que aunque sigue sin tener el punto cogido en ataque, sí contuvo un poco a los pívots visitantes.

Una racha de triples palmeros volvió a preocupar a falta de diez minutos (56-62). Todo se presentaba de infarto para un final que, de haberse resuelto mal para los intereses cacereños, hubiera tenido consecuencias graves en la clasificación. Asselin fue eliminado prematuramente y Morales volvió entonces a ponerse el disfraz de héroe, primero robando un balón con 78-77 a falta de 1.05 y después fallando un tiro de media distancia. Sin embargo, el Cáceres volvió a agarrarse a su defensa y en la siguiente posesión fue Blackshear el que robó. Moya transformó un tiro libre (79-77, a 12 segundos) y La Palma tuvo una posesión para empatar o ganar, pero Burgos cometió falta en ataque. Un tiro libre de Moya y otro de Morales establecieron el tanteo definitivo. Aunque sufriendo, la salvación está más cerca.