Se ha convertido ya en un clásico del verano, el teatro de Cristiano Ronaldo, el culebrón. Siempre por estas fechas, las selecciones se concentran y la prensa portuguesa publica que la estrella quiere abandonar el Real Madrid. Ayer, Record publicó que el delantero «deja» el club blanco, que su decisión es «irreversible» y que se marcha por «el incumplimiento de las promesas de Florentino Pérez».

No es la primera vez que las noticias desde Portugal cuestionan su futuro en el club blanco, pero esta vez vienen precedidas de las palabras del delantero tras ganar la Liga de Campeones: «Fue muy bonito estar en el Madrid. En los próximos días hablaré a la afición, ellos siempre han estado de mi lado».

Séquito mermado

Según el diario Record, la inesperada salida de Zidane supone la pérdida del último apoyo del portugués en el vestuario, tras el adiós de sus amigos Pepe, Coentrao y James Rodríguez. Ronaldo ya se ha incorporado a la concentración de Portugal, dónde hablará estos días sobre su futuro.

Hace justo un año, casi por estas fechas, se encontraba también con la selección preparando la Copa Confederaciones. El 16 de julio de 2017, los dos periódicos deportivos de referencia en Portugal, A Bola y Record, publicaron, que Cristiano Ronaldo quería «abandonar el Real Madrid». La información aseguraba que la decisión era «irreversible», así como que ya habría avisado al club.

En aquella ocasión el motivo aducido era la investigación que determinó que había defraudado 14,7 millones de euros a Hacienda. El proceso ha terminado con una multa de 30 millones.

En septiembre del 2012 CR7 protagonizó uno de sus cabreos más célebres, aquel «estoy triste» pasó a la posteridad. «Puede ser que esté un poco triste, cuando no celebro los goles es porque no estoy feliz. La gente del club ya sabe qué me pasa», dijo en Granada después de no celebrar ninguno de sus goles.

Entonces se multiplicaron las especulaciones sobre aquellla tristeza: desde un distanciamiento con sus compañeros hasta la falta de cariño del público. Al final renovó un año después, en el 2013, con un contrato de cinco años que le convertía en el mejor pagado del fútbol español, con un sueldo de 17 millones netos.