El Sporting de Gijón, que jugó más de una hora con un futbolista menos, descompuso al Valencia en el tramo final del partido y sumó un punto en su visita a Mestalla ante un rival que no tuvo temple para aprovechar las ventajas de que dispuso.

Mientras el Valencia fue de más a menos y acusó mucho la salida de Banega del campo, el Sporting supo jugar su partido cuando ganaba, cuando empataba con un hombre menos y cuando perdía y encontró el premio a su buen hacer con el gol de Gregory a cuatro minutos del final.

Su rival, por contra, no supo sacar provecho de las circunstancias favorables que se le presentaron y al final perdió dos puntos que le dejaron fuera del grupo de cabeza de la Liga.

La primera mitad fue muy intensa. Se disputó a un gran ritmo. El Valencia controló el juego desde el principio, pero en un buen contragolpe Barral puso el 0-1. Era la primera ocasión de peligro del encuentro.

A partir de ese momento, el Sporting se mostró como un equipo con ideas claras ante un Valencia que no se vio afectado por el tanto recibido. Tenía el balón y jugaba un buen fútbol.

Mediado el primer periodo llegaron el gol del empate, marcado por Villa, y la inmediata expulsión del visitante Michel, que vio la segunda tarjeta amarilla.

Más que el gol, fue la expulsión la que cambió el tono del encuentro. El Sporting adoptó más precauciones defensivas y el Valencia se adueñó por completo del balón.

Había tenido el Valencia alguna ocasión clara cuando una genialidad de Villa puso el 2-1 en el marcador a media hora del final, momento en el que el técnico visitante, Manolo Preciado, dio entrada a Bilic para que su equipo fuera más ofensivo. El Sporting mejoró con los cambios y el Valencia perdió la intensidad de los minutos previos al gol. El empate lo consiguió en una falta que Gregory remató en el minuto 85.