VALLADOLID: Asenjo; Pedro López, Baraja, Prieto, Marcos; Aguirre (Nano, min. 70), Borja, Rubio, Sesma (Medunjanin, min. 89), Vivar y Goitom (Escudero, min. 60) .

ATLETICO: Coupet; Seitaridis, Perea, Ujfalusi, Pernía; Paulo Assuncao (Agüero, min. 45); Maxi Rodríguez (De las Cuevas, min. 72), Maniche, Simao; Sinama Pongolle y Luis García (Raúl García, min. 72) .

GOLES: 1-0: m.2, Vivar Dorado. 2-0: m.27, Baraja (penalti). 2-1: m.54, Agüero.

ARBITRO: Medina Cantalejo (Andaluz). Expulsó por doble amarilla a Pedro López (20´) y al técnico del Valladolid, Mendilíbar.

El Real Valladolid doblegó al Atlético de Madrid (2-1) en un partido marcado por la enérgica salida de los locales y la falta de recursos de los madrileños, que no supieron aprovechar la inferioridad numérica del rival durante más de setenta minutos.

Un fallo de Gregory Coupet permitió a Vivar Dorado marcar a los dos minutos tras un centro sin veneno alguno de Alvaro Rubio. La salida del guardameta francés fue un regalo y el Valladolid, que entró al partido mucho más intenso lo agradeció.

El partido se equilibró cuando la batalla del mediocampo se perdió en imprecisiones y peleas sin sentido. Faltaban ideas y en el Valladolid faltaba también García Calvo. Su ausencia generó añoranza tras la expulsión de Pedro López por dos tarjetas amarillas tan absurdas como justas (min. 20).

El partido ya parecía del Atlético de Madrid cuando una jugada aislada lo cambió todo. Entre el colombiano Perea y el brasileño Assunçao agarraron a Vivar Dorado dentro del área y el penalti lo convirtió, impecable, Javier Baraja (min. 27).

SEGUNDA PARTE Para la segunda parte le quedaba a Aguirre una bala en la recámara, Sergio Agüero, y se agarró a ella. Cansado o no, el Kun marca diferencias y decanta partidos, aunque su salida parecía que no iba a tener efectos balsámicos hasta que apareció para transformar en gol un rechace de Asenjo (min. 54).

Con el Valladolid cansado, los madrileños tuvieron ocasiones y pudo pasar cualquier cosa, pero no pasó nada. Todo permaneció como estaba y el triunfo quedó en casa.