"Lo primero que debe hacer el señor Carrasco es pagar el dinero que debe al club y a los socios". Félix Campo, presidente del Cacereño, pronosticó ayer que su antecesor al mando del club vivirá momentos duros en el proceso judicial que mantienen ambos desde hace varios años, y que se inició a los pocos meses del traspaso de poderes.

Campo informó a este diario que Carrasco podría ser incluso condenado a tres años y un día de cárcel por un delito de estafa procesal, así como a una indemnización a él mismo de 60.000 euros (10 millones de pesetas) en concepto de daños y perjuicios. El fiscal que lleva el caso notificó la pasada semana al empresario salmantino que la actuación de Carrasco tiene indicios de delito y que el proceso continúa. Los abogados de Carrasco han recurrido.

Campo expone, entre otras razones, que Carrasco conocía que la situación real del Cacereño "era mucho peor" que la que se incluía en el contrato de venta del club y que ejecutó tres pagarés que se le entregaron en garantía de pago y que cobró 348.587 euros (58 millones de pesetas) ilegítimamente, engañando al juzgado. Del mismo modo, se expone que la deuda del club era muy superior a la expuesta inicialmente, y que estaba supeditada a la auditoría. El estudio económico reflejaba, igualmente, distintas irregularidades contables.