«Es un club que me lo ha dado todo, pero con lágrimas en los ojos me tengo que despedir del fútbol ‘profesional’ y unirme a un proyecto ilusionante del equipo de mi pueblo». Lo dice Sergio Rodríguez Millán, ‘Sergio Cebada’ (Llerena, 22 de agosto de 1991), un deportista que vive una situación especial.

El protagonista cambia la Tercera División (Azuaga) por la Primera extremeña (Llerenense). Motivos laborales cambian el guión de uno de los mejores futbolistas de los últimos años en el grupo XIV. El lateral más goleador que se recuerda en la región, al tiempo que ‘Pichichi’ azuagueño pese a su condición de defensa, dice que es un ‘hasta luego’, pero la decisión está tomada: no continuará en el equipo de Antonio Jesús Cobos, algo que hubiera deseado en otras circunstancias.

«Dejo muchos amigos. Muchos de ellos los considero familia porque me han ayudado mucho en todos los sentidos. Dejo el club, pero seguro que estaré informado y relacionado con gente. Mi novia es de alllí y nunca dejaré de visitar ese humilde pueblo», cuenta a este diario, con el corazón en un puño, el propio Sergio Cebada, un tipo extraordinariamente querido en el Municipal. Tanto que en cada falta siempre se espera un zurdazo de gol y que, cada final de partido, tiene que saludar a los aficionados, especialmente a dos pequeños fans que le idolatran. Cebada se queda en su Llerena natal, trabajando y contribuyendo a que el club de su pueblo pueda ascender de categoría. Este futbolista seguirá siendo diferente. El cañón de su izquierda está vez lo cambia copor su porvenir profesional.