Arrodillaos temblorosos, está aquí el hijo de Zeus", y el público emeritense se rindió a Bacantes , el quinto espectáculo del Festival de Mérida. La tragedia de Eurípides, adaptada y dirigida por el sevillano Carlos Alvarez Ossorio, se estrenó anoche sobre las tablas del Teatro Romano con un resultado arriesgado pero coherente que daba paso a la lujuria. Como si de fábrica viniese, las notas músicales del pinchadiscos inglés Matthew Herbert embellecieron aún más el texto original de esta obra grecolatina a la vez que hicieron vibrar al conjunto de actores, encabezado por Críspulo Cabezas, Domingo Cruz y Paca Velardiez. Una bacanal 'rave' electrónica con denominación de origen extremeño que permanecerá en cartel hasta el próximo domingo.

Nadie pensó que entre las ruinas del Teatro Romano retumbaría música electrónica, ni tampoco que la orchestra se convertiría en una improvisada cabina de 'dj'. Hasta que llegó Carlos Alvarez Ossorio. La producción del pinchadiscos inglés Matthew Herbert, un profesional de la electrónica con corte minimalista, hace de hilo conductor del argumento a la par que aporta un toque contemporáneo que no suprime la esencia del texto póstumo de Eurípides. Aunque sí se invierten factores: Alvarez Ossorio apostó por poner delante la historia secundaria en la versión original de la Antigua Grecia convirtiendo al coro de bacantes en los verdaderos protagonistas.

De esta manera, el espectáculo muestra como Dionisio, al que da vida Críspulo Cabezas, incita a cada uno de los ciudadanos de Tebas hasta hacerlos enloquecer. Nada puede hacer por evitarlo Penteo, protagonizado por Domingo Cruz, que paga caro el precio de negar el origen divino del hijo de Zeus y prohibir los ritos en su honor. Agave, cuya interpretación corre a cargo de Paca Velardiez, acaba sufriendo también los enredos del dios del vino.

El coro de once bacantes aparece con un voluminoso vestuario en tonos oscuros del que se va despojando a medida que transcurre la obra. Esa sobriedad que transmiten las vestimentas va en consonancia con la impresión que causan siete grandes cubas, cortesía de una bodega almendralejense, mimetizadas con la escena romana. El asombroso juego de luces hace del conjunto, creado por Diego Ramos, una puesta en escena de gran impacto visual.

Pero lo mejor de todo es que tiene sello de Extremadura. Bacantes es una coproducción del Festival de Mérida y la compañía extremeña El Desván Teatro. Así se cumple uno de los objetivos propuestos por la Consejería de Educación y Cultura de dar protagonismo a las compañías de la región.