La crispación que caracteriza la labor opositora del PP bajo la batuta de Mariano Rajoy se refleja en la percepción que los encuestados tienen ahora de la situación política española. Así, por primera vez desde junio del 2003, se invierte la tendencia y gana el pesimismo: mientras el 23,6% dice que es muy buena o buena (el 23%), el 26,3% considera que es mala (el 18,6%) o muy mala (el 7,7%), aunque la mayoría (el 49,3%) no la considera ni buena ni mala.

La misma tendencia se advierte cuando los encuestados comparan la situación política actual con la de hace un año: quienes dicen que está mejor son el 30%, 4,9 puntos menos que en el Barómetro de primavera, y los que la consideran peor llegan al 28,4%, cuatro décimas menos.

Parece evidente que los últimos acontecimientos políticos --las elecciones gallegas (el cuarto fracaso electoral de Rajoy, que ha perdido uno de sus bastiones), la crispación que el PP y la Iglesia han trasladado a la calle en contra de la ley que autoriza los matrimonios homosexuales, o las movilizaciones contra una hipotética negociación con ETA-- han ejercido una influencia de primer orden en la caída de la percepción de la bonanza política, que, a juzgar por la sucesión de encuestas publicadas por este diario, nunca ha sido excesivamente optimista desde que el PP volvió a la oposición.

LA ACTUACION DE ZAPATERO La mayoría de los españoles (el 42,2% de los encuestados) piensan que la gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no es ni buena ni mala. El 37,7% la califica de muy buena (el 2,3%) o buena (el 35,4%) y el 19,4% cree que es mala (el 14,4%) o muy mala (el 5%).

Las elevadas expectativas que despertó la victoria del PSOE el 14 de marzo del 2004 (que, con el 50,9% de opiniones favorables, llegó a su cenit en el Barómetro de junio del año pasado) han ido remitiendo. Pero, pese a la caída en la valoración de la gestión del Ejecutivo, la diferencia entre los que la ven positiva y quienes la critican sigue siendo respetable: 18,3 puntos de ventaja a favor de los primeros. Además, en esta encuesta se ha moderado la caída: sólo 7 décimas menos respecto al último sondeo.

La situación económica de España, pese a la aparente contundencia de los datos macroeconómicos facilitados por el Gobierno, no acaba de despertar entusiasmo. Los consultados continúan sumergidos en un creciente pesimismo. Según la encuesta, el 32% (2 décimas menos que en abril) opina que es muy buena (el 1,4%) o buena (el 30,6%), y el 25,5% (3,7 puntos más que en el anterior sondeo) considera que es mala (el 19,1%) o muy mala (el 6,5%).

También aumentan quienes creen que la situación económica es peor que hace un año: el 31,1% dice que está peor, frente al 13,1% que cree que está mejor. La mayoría (el 53,5%) dice que está igual. Por primera vez desde junio del 2003, son más los que dicen que la situación económica empeorará: el 28,7% frente al 26,5%. El 34,2% opina que seguirá igual.