No se han cerrado las puertas, pero las negociaciones de ayer en torno al sistema de financiación que debe recoger el Estatuto catalán apenas sirvieron para constatar que las diferencias se mantienen, al ratificarse el PSOE en la contrapropuesta presentada el viernes por el vicepresidente Pedro Solbes. Representantes del Gobierno se reunieron ayer, por separado, con ICV, CiU, ERC y PSC.

Fuentes de CiU y de ICV coincidieron en que el Gobierno reiteró la negativa de Solbes a ceder todos los impuestos a la Generalitat y a que el Estatuto fije las condiciones para la solidaridad. Pero mientras ICV creyó ver una disposición a mejorar la oferta por parte del Gobierno, CiU salió sumida en un "pesimismo total". De hecho, fuentes de Hacienda reiteraron que la base de la discusión es el documento de Solbes.