Catorce años son plena adolescencia. Los de la revista de cine Versión Original , editada en Cáceres, se cumplen este mes de junio y por ello ha editado un número especial que se presenta hoy, el mismo día en que la Filmoteca de Extremadura, con motivo de esta celebración, abre un ciclo de tres películas sobre la adolescencia en el cine.

El ciclo ofrece tres visiones complementarias de ese periodo vital tan conflictivo: la de la intimidad familiar (Las vírgenes suicidas), la de los ideales políticos y amorosos ( Soñadores ), y la del nihilismo (Kids ).

Con Las vírgenes suicidas , la película que se proyecta hoy, Sofia Coppola debutó como directora tras realizar el corto Lick the star . Nada más opuesto su cine a la opulencia barroca creativa de su padre, Francis Ford Coppola, a cuyo amparo creció la cineasta, que participó como actriz en El padrino 3 , por la que recibió críticas poco amables.

En un ambiente familiar como el suyo, parecía inexcusable que uno de los hijos del cineasta se sintiera atraído por el trabajo de su padre.

Paradójicamente, la sombra del director de Apocalipse now no parece haber hecho mella en Sofia Coppola. Su singular personalidad ha sido capaz de emular a su progenitor, pero de una forma abiertamente diferente. Moderna, musical, íntima: aspectos reafirmados en Lost in traslation , la película de su confirmación.

En Las vírgenes suicidas , Coppola hija sigue la trama de la novela de Jeffrey Eugenides ambientada en un barrio residencial de la América de los años 70, donde el mundo adolescente de cinco hermanas se quiebra con la muerte de la menor de ellas, suicidada a los doce años.